Hotel St. Ermin: la antigua base secreta de espías de Londres
Una historia oculta
Ubicado en el corazón de Londres, el Hotel St. Ermin tiene un pasado secreto que haría sonrojar a James Bond. Durante la Segunda Guerra Mundial, este lujoso establecimiento fue la inesperada sede de la inteligencia secreta británica.
Sin que sus desprevenidos huéspedes lo supieran, el Hotel St. Ermin era un hervidero de actividad de espionaje. La Sección D, una unidad de demolición del Servicio de Inteligencia Secreto Británico, ocupaba los pisos superiores, conspirando contra Alemania mientras cenaba y bebía en el elegante bar del hotel. Sobre sus cabezas, un arsenal secreto de explosivos yacía oculto, listo para ser desplegado en cualquier momento.
Una ubicación estratégica
La posición estratégica del Hotel St. Ermin lo convirtió en la elección perfecta para la comunidad de inteligencia. Situado cerca del Parlamento y otras oficinas de inteligencia en tiempos de guerra, proporcionó fácil acceso a los principales tomadores de decisiones. Espías y oficiales acudieron en masa al hotel para intercambiar información, entrenar nuevos agentes e incluso realizar entrevistas de trabajo.
Huéspedes famosos y encuentros de espionaje
El Caxton Bar dentro del Hotel St. Ermin se convirtió en un lugar de encuentro notorio para oficiales de inteligencia, agentes dobles e incluso Winston Churchill. Guy Burgess, un notorio agente doble que trabajó tanto para Gran Bretaña como para Rusia, llevó a cabo gran parte de sus actividades de espionaje desde el bar. Ian Fleming, el creador de James Bond, y Noel Coward, el dramaturgo y actor, también fueron visitantes frecuentes.
La leyenda dice que el propio Churchill ideó el plan para la Dirección de Operaciones Especiales (SOE) con unas copas de champán en el Caxton Bar. La SOE, una organización secreta responsable del sabotaje y las operaciones encubiertas, tenía su sede en tres habitaciones en el segundo piso del hotel.
Un museo de espías dentro de un hotel
Hoy, los huéspedes del Hotel St. Ermin pueden sumergirse en su pasado de espionaje. Se exhiben artefactos de la época, que incluyen un pañuelo de seda impreso con códigos de radio, una alfombra de hotel original de la era de los espías y una campana de división que se conectaba a las Casas del Parlamento.
Una experiencia de espionaje para niños
Los niños pueden unirse a la diversión con un «paquete espía ultrasecreto» al registrarse. Este paquete incluye una autorización de «código rojo ultra secreto» y un recorrido histórico por el hotel que incluye un juego de trivia.
Un legado de espionaje
Puede que los días de espionaje del Hotel St. Ermin hayan quedado atrás, pero su legado sigue vivo. Los artefactos y la historia del hotel brindan una visión fascinante de un mundo de secretos e intrigas. Y quién sabe, tal vez todavía haya secretos ocultos esperando ser descubiertos dentro de sus muros…