Los Tres Reyes: los últimos de los grandes tríos románticos
Los orígenes de Los Tres Reyes
El viaje de Los Tres Reyes comenzó en 1957, cuando Gilberto y Raúl Puente, hermanos gemelos apasionados por la música, acompañaban a la cantante puertorriqueña Virginia López. El destino intervino cuando se toparon con un artículo de periódico que anunciaba la separación de Los Panchos, el legendario trío fundador del género bolero.
Inspirados, buscaron a Hernando Avilés, el cantante principal de Los Panchos, y juntos se embarcaron en los ensayos. Mientras buscaba en el banco del piano de Avilés, Gilberto descubrió la partitura del vals peruano «Ódiame».
El nacimiento de una canción insignia
Avilés, con sus conexiones en la industria musical, presentó la canción a un ejecutivo de un sello discográfico. Reconociendo su potencial, decidieron grabarla, junto con otra canción, «Decídete». Esta grabación marcó el nacimiento de Los Tres Reyes y se convirtió en un éxito instantáneo, vendiendo la asombrosa cantidad de 10 millones de copias en 1958.
El apogeo de los tríos románticos
La escena musical durante el apogeo de la música de tríos fue ferozmente competitiva. Tríos de toda América Latina competían por las mejores canciones y arreglos. Cada trío tenía su propio estilo distintivo, y Los Tres Reyes se destacaron con la virtuosa ejecución del requinto de Gilberto.
«Ódiame» se convirtió en su canción insignia, mostrando su estilo único y consolidando su posición como uno de los tríos más innovadores e influyentes de la época.
La importancia de la individualidad
La imitación estaba mal vista en el mundo de la música de tríos. Cada grupo protegía ferozmente sus arreglos e interpretaciones. «Incluso una pequeña frase», explica Evita Cárdenas, hija de Gilberto y esposa de Bebo, «tenía que ser diferente».
Este énfasis en la individualidad fomentó la creatividad y la innovación, impulsando la evolución del género del trío.
Lazos familiares y armonía musical
La familia jugó un papel fundamental en la música de Los Tres Reyes. Los hermanos gemelos, Gilberto y Raúl, compartían una armonía vocal natural. Bebo Cárdenas, el actual tercer miembro del trío, atribuye su perfecta combinación a su conexión como hermanos.
«Como han estado trabajando juntos desde que tenían 8 años», dice Cárdenas, «se conocen y tienen el mismo estilo. Se miran y saben lo que está haciendo el otro».
Esta íntima conversación musical entre los hermanos ha creado un dúo de cuerdas con una precisión y uniformidad inigualables.
El legado de Los Tres Reyes
Como los últimos del gran trío romántico, Los Tres Reyes dejaron una huella imborrable en la música latinoamericana. Su canción insignia, «Ódiame», sigue siendo un clásico atemporal, mientras que sus innovadores arreglos y virtuosas interpretaciones continúan inspirando a músicos y deleitando al público en todo el mundo.
Su énfasis en la individualidad y los lazos familiares ejemplifica la esencia del género del trío, preservando su rica tradición al tiempo que amplía sus límites.