Textiles solares: El futuro de la energía vestible
Tejiendo energía solar en las telas
Imagínese ropa, cortinas e incluso asientos de automóvil que puedan generar su propia electricidad a partir del sol. Este concepto futurista se está convirtiendo en realidad gracias al trabajo pionero de la química Trisha Andrew y la diseñadora Marianne Fairbanks.
Andrew, especialista en celdas solares de bajo costo, y Fairbanks, diseñadora de telas apasionada por la innovación solar, se han unido para crear un textil solar revolucionario que podría transformar la forma en que alimentamos nuestra vida cotidiana.
Materiales y métodos
La clave de su textil solar radica en un material polímero conductor llamado PEDOT. Al aplicar múltiples capas de PEDOT a un sustrato de tela mediante una técnica llamada deposición química de vapor (CVD), han creado una tela que puede conducir electricidad y absorber la luz solar.
Los investigadores han experimentado con diversas telas, como seda, lana y nailon, para determinar qué materiales proporcionan la mejor conductividad. También han desarrollado un prototipo de guante único que utiliza diferentes telas para conducir electricidad y generar calor en áreas específicas.
Aplicaciones y potencial futuro
Las aplicaciones de los textiles solares son infinitas. Podrían usarse para alimentar todo, desde cargadores de teléfonos inteligentes hasta asientos de automóviles con calefacción e incluso edificios enteros. Fairbanks imagina sombrillas solares, toldos y refugios para refugiados, mientras que Andrew ve potencial en tiendas de campaña militares y equipo para exteriores.
Telas triboeléctricas: Una nueva fuente de energía
Además de su textil solar, Andrew y Fairbanks también han desarrollado un nuevo tipo de tela que puede generar electricidad a partir del movimiento mecánico. Al recubrir fibras individuales con PEDOT y tejerlas juntas, han creado un dispositivo triboeléctrico que puede convertir la energía del movimiento en energía eléctrica.
Esta tela triboeléctrica podría usarse en una amplia gama de aplicaciones, incluidos artículos para el hogar, equipo deportivo e incluso dispositivos médicos. Con solo agitar una cortina triboeléctrica con la brisa, podría generar suficiente energía para cargar un teléfono inteligente.
Desafíos y colaboraciones
Si bien el desarrollo de textiles solares y telas triboeléctricas es prometedor, todavía hay algunos desafíos que superar. Un desafío es garantizar que las telas sean duraderas y puedan resistir el desgaste diario.
Andrew y Fairbanks están trabajando con varias empresas en diversas industrias para llevar sus innovaciones al mercado. Andrew ha recibido una subvención de la Fuerza Aérea para desarrollar tiendas solares para soldados, y Patagonia está interesada en incorporar sus telas en equipo para exteriores.
Conclusión
El futuro de la energía portátil es brillante gracias al trabajo pionero de Andrew y Fairbanks. Sus textiles solares y telas triboeléctricas tienen el potencial de revolucionar la forma en que alimentamos nuestros dispositivos y crear un futuro más sostenible.