El tomate: de la mortal solanácea al manjar culinario
El miedo al tomate en Europa
A finales del siglo XVIII, los tomates eran muy temidos en Europa. Se les conocía como «manzanas venenosas» porque se creía que los aristócratas enfermaban y morían después de comerlos. Sin embargo, la verdadera causa de estas muertes era el envenenamiento por plomo, ya que los europeos adinerados utilizaban platos de peltre con alto contenido de plomo. La naturaleza ácida de los tomates lixiviaba el plomo de los platos, lo que provocaba una intoxicación por plomo.
A pesar de la falta de pruebas que relacionaran los tomates con el envenenamiento, el miedo persistió durante más de 200 años. Esto se debió en parte a la clasificación del tomate como solanácea mortal, una familia de plantas venenosas que contienen toxinas llamadas alcaloides tropánicos.
La llegada del tomate a América
Los tomates fueron introducidos por primera vez en América del Norte por los conquistadores españoles en el siglo XVI. Sin embargo, inicialmente sólo se cultivaban con fines ornamentales debido a la creencia de que eran venenosos.
En el siglo XVIII, los tomates comenzaron a consumirse en algunas regiones de América, pero los temores y rumores sobre su posible toxicidad persistieron. Se creía que el gusano verde del tomate, un gran gusano verde con un cuerno en la espalda, era mortal para los humanos.
La redención del tomate
A pesar de los persistentes temores, los tomates fueron ganando aceptación gradualmente como fuente de alimento. En el siglo XIX, cientos de recetas de tomate aparecieron en periódicos y revistas locales. Los agricultores comenzaron a experimentar con diferentes variedades de tomates e investigar su uso.
En la década de 1850, el nombre «tomate» llegó a ser tan apreciado que se utilizó para vender otras plantas en el mercado. En 1897, Joseph Campbell inventó la sopa de tomate condensada, que popularizó aún más la fruta.
El tomate hoy
Hoy en día, los tomates se consumen en todo el mundo en innumerables variedades. Se utilizan en una amplia gama de platos, desde ensaladas hasta pizzas y sopas. Sólo en 2009, Estados Unidos produjo 3.320 millones de libras de tomates para el mercado en fresco.
A pesar de la popularidad generalizada del tomate, parte de su pasado como solanácea parece haberlo seguido hasta la cultura pop. El drama/comedia musical de 1978 «Attack of the Killer Tomatoes» presenta gigantescas manchas rojas de la fruta que aterrorizan al país.
El legado del tomate
El tomate tiene una larga y fascinante historia, marcada tanto por el miedo como por la fascinación. Desde sus humildes comienzos como una solanácea mortal hasta su estatus actual como un manjar culinario, el tomate ha recorrido un largo camino.
Su viaje sirve como un recordatorio de que incluso las cosas más temidas e incomprendidas pueden eventualmente ser ampliamente aceptadas y disfrutadas.