Salvando el último vestigio de la era Apolo: un viaje al infinito
El legado del Apolo
Durante la edad de oro de la exploración espacial, las misiones Apolo cautivaron al mundo. En 1969, el Apolo 11 hizo historia como la primera misión tripulada en aterrizar en la Luna. El éxito del Apolo 11 se debió en gran medida a los potentes cohetes Saturno V que impulsaron la nave espacial fuera de la atracción gravitatoria de la Tierra.
Sin embargo, no todos los cohetes Saturno V cumplieron su propósito previsto. Las últimas tres misiones Apolo fueron canceladas, dejando atrás un cohete propulsor solitario de la misión Apolo 19. Durante décadas, esta reliquia de la carrera espacial ha languidecido en un almacén, corroyéndose lentamente en el aire salado de Nueva Orleans.
Una nueva esperanza para el propulsor Apolo
Ahora, se está llevando a cabo una campaña de Kickstarter para salvar este último cohete propulsor restante y darle un hogar permanente en el Infinity Science Center en Mississippi. La campaña tiene como objetivo recaudar fondos para el transporte del propulsor desde su instalación de almacenamiento actual en la Instalación de ensamblaje Michoud de la NASA hasta su lugar de descanso final en el sur de Mississippi.
La importancia del cohete propulsor
El cohete propulsor jugó un papel fundamental en las misiones Apolo. Fue la primera etapa del cohete Saturno V, proporcionando el empuje inicial para levantar la nave espacial de la plataforma de lanzamiento. Una vez que el cohete alcanzaba cierta altitud, la etapa de refuerzo se desprendía y caía, permitiendo que la segunda y tercera etapas continuaran el viaje a la Luna.
El cohete propulsor de la misión Apolo 19 es un testimonio de la maravilla de la ingeniería del sistema Saturno V. Con una altura de 138 pies y un diámetro de 33 pies, produjo una asombrosa fuerza de empuje de 7,5 millones de libras gracias a sus cinco enormes motores F-1. El rugido de estos motores era ensordecedor, equivalente al sonido de ocho millones de equipos de alta fidelidad de la década de 1960.
El viaje al infinito
Una vez que la campaña de Kickstarter alcance su objetivo de financiación, el cohete propulsor se embarcará en un viaje final al Infinity Science Center. El cohete primero será transportado 40 millas a través de vías fluviales en barcaza hasta el Centro Espacial Stennis, donde se han probado todos los cohetes Apolo y todos los cohetes que alguna vez han llevado estadounidenses al espacio.
Desde el Centro Espacial Stennis, el cohete propulsor será transportado a su hogar permanente en el Infinity Science Center. Allí, los expertos conservarán el cohete y lo exhibirán para que el público lo vea.
Un legado para el futuro
La preservación del cohete propulsor Apolo 19 no se trata solo de salvar una parte de la historia de la exploración espacial. También se trata de inspirar a las generaciones futuras a soñar en grande y luchar por lo imposible. Al exhibir esta reliquia del pasado, el Infinity Science Center ayudará a mantener vivo el espíritu de las misiones Apolo durante muchos años.
Una conexión especial
Para el astronauta retirado del Apolo Fred Haise, la preservación del cohete propulsor Apolo 19 tiene un significado especial. Haise fue el piloto del módulo lunar de la misión Apolo 13 y estaba programado para ser el comandante de vuelo del Apolo 19. Cuando la NASA canceló las misiones Apolo restantes, Haise perdió su oportunidad de regresar a la Luna.
Ahora, con la campaña de Kickstarter para salvar el cohete propulsor Apolo 19, Haise ve la oportunidad de que una parte de su misión sea preservada para la posteridad. La exhibición del cohete propulsor en el Infinity Science Center servirá como un recordatorio del espíritu indomable de los astronautas del Apolo y la búsqueda inquebrantable del conocimiento y la exploración humanos.