Aterrizaje de emergencia de la nave Soyuz por mal funcionamiento
Aterrizaje de emergencia tras un fallo en el lanzamiento
El 11 de octubre de 2018, un cohete ruso Soyuz que transportaba a dos astronautas a la Estación Espacial Internacional (EEI) experimentó un mal funcionamiento poco después del despegue. La tripulación, formada por el astronauta de la NASA Nick Hague y el cosmonauta ruso Alexey Ovchinin, se vio obligada a abortar la misión y realizar un aterrizaje de emergencia en Kazajistán.
El lanzamiento transcurrió según lo previsto, despegando del cosmódromo de Baikonur en Kazajistán a las 4:40 a.m. ET. Sin embargo, tan solo seis minutos después del vuelo, Roscosmos, la agencia espacial rusa, informó de un problema con el propulsor. Once minutos después del despegue, la NASA anunció que la tripulación regresaba a la Tierra en modo de descenso balístico, lo que significa que la nave espacial caería a la Tierra sin propulsión alguna.
El procedimiento de reentrada balística implica un ángulo de aterrizaje más pronunciado que el normal, diseñado para desacelerar la nave espacial rápidamente y devolver a los astronautas a tierra. Este tipo de aterrizaje puede someter a los astronautas a fuerzas gravitacionales extremas, de hasta ocho veces la gravedad normal.
Experiencia de los astronautas en la reentrada balística
La astronauta estadounidense Peggy Whitson, que sobrevivió a una reentrada balística a unos 8G en 2008, describió la experiencia como similar a un vuelco de coche. Informó de que sentía que su cara se le echaba hacia atrás, tenía dificultad para respirar y tenía que respirar usando el diafragma en lugar de expandir el pecho.
En el caso del reciente aterrizaje de emergencia de la Soyuz, las fuerzas gravitacionales alcanzaron los 6,7G, significativamente más altas que los 4G experimentados durante un descenso controlado normal.
Investigación del mal funcionamiento
Tras el incidente, Roscosmos formó una «comisión estatal» para investigar la causa del mal funcionamiento. La NASA también anunció que se llevaría a cabo una «investigación exhaustiva».
Los informes iniciales sugirieron que el fallo se produjo aproximadamente dos minutos después del vuelo, posiblemente durante la separación de la segunda etapa. Sin embargo, la naturaleza exacta de la complicación sigue siendo desconocida.
Implicaciones para la EEI
El fallo en el lanzamiento ha dejado a la EEI con solo tres tripulantes a bordo, comandados por el astronauta alemán Alexander Gerst. Originalmente, estaba previsto que la tripulación de la EEI regresara el 13 de diciembre, pero tienen la posibilidad de permanecer en órbita más tiempo si es necesario.
El incidente plantea dudas sobre la fiabilidad continua del sistema de lanzamiento Soyuz de Rusia, que ha experimentado varios problemas en los últimos años. Tanto la NASA como Roscosmos se enfrentan a la presión de abordar rápidamente el problema para garantizar el funcionamiento continuo de la EEI.
Importancia de las medidas de seguridad
A pesar del mal funcionamiento y las condiciones extremas del aterrizaje de emergencia, los astronautas sobrevivieron gracias a la eficacia del procedimiento de aborto de emergencia. Este incidente pone de relieve la importancia de las medidas de seguridad y los planes de contingencia en las operaciones de los vuelos espaciales.
Investigación en curso e implicaciones futuras
La investigación sobre el mal funcionamiento del cohete Soyuz está en curso, y los hallazgos serán cruciales para determinar la causa del fallo e implementar medidas para prevenir incidentes similares en el futuro. El resultado de la investigación también tendrá implicaciones para el futuro de la exploración espacial y la cooperación continua entre la NASA y Roscosmos.