La ruta del sur fuera de África: evidencias y controversias
El éxodo del humano moderno desde África
El humano moderno evolucionó en África hace aproximadamente 200.000 años. Finalmente se dispersó para poblar el resto del mundo. La ruta de salida más obvia de África parece ser a través del norte de Egipto, cruzando la Península del Sinaí, y entrando en la actual Israel y Jordania. Sin embargo, investigaciones recientes sugieren que un camino alternativo, conocido como la ruta del sur, también pudo haber sido viable.
La hipótesis de la ruta del sur
La ruta del sur propone que los humanos salieron de África desde el Cuerno de África, cruzaron el Mar Rojo y entraron en el sur de Arabia. Evidencia genética y arqueológica indica que esta ruta fue una alternativa potencial al curso del norte. Los humanos pudieron haber llegado a Asia entre 80.000 y 60.000 años atrás, llegando finalmente a Europa decenas de miles de años después.
Evidencia arqueológica
En 2023, investigadores descubrieron herramientas de piedra en los Emiratos Árabes Unidos en un yacimiento arqueológico llamado Jebel Faya, a solo 35 millas del Golfo Pérsico. Estas herramientas, incluyendo hachas de mano y raspadores, fueron datadas en 125.000 años. Este hallazgo sugiere que los primeros humanos estuvieron presentes en el sureste de Arabia mucho antes de lo que se pensaba. Sin embargo, no está claro si estos individuos exploraron más o permanecieron en la zona.
Evidencia geológica
Geólogos también han contribuido a la comprensión de la ruta del sur. Arabia, ahora un vasto desierto, ha experimentado ciclos alternos de desierto y pradera a lo largo de la historia. Al estudiar el entorno antiguo, los geólogos han identificado «ventanas de oportunidades» en las que los humanos podrían haberse dispersado hacia Arabia mientras era una sabana hospitalaria.
Depósitos en el suroeste de Arabia Saudita indican la presencia de lagos de agua dulce poco profundos en la región a los 80.000, 100.000 y 125.000 años, sugiriendo un clima más húmedo. Estas condiciones favorables habrían apoyado la dispersión humana a lo largo de la ruta del sur hacia Asia.
El cruce del Mar Rojo
El Mar Rojo presenta un obstáculo significativo a la dispersión humana de África a Arabia. Sin embargo, como el clima de Arabia, el Mar Rojo no ha permanecido estático. Su nivel del mar ha fluctuado a lo largo del tiempo debido al derretimiento y la formación de capas de hielo y actividad tectónica.
Estudios de antiguos registros del nivel del mar y la topografía del fondo marino revelan que nunca ha habido un puente terrestre que conecte África y el sur de Arabia en los últimos 400.000 años. Sin embargo, durante los últimos 150.000 años, hubo periodos en los que el canal que separa las dos masas continentales era de menos de 2,5 millas de ancho.
Con cruces tan estrechos, los humanos no habrían necesitado embarcaciones sofisticadas o tecnología marinera. Habrían bastado balsas sencillas. Además, estos periodos favorables coinciden con periodos de condiciones ambientales hospitalarias en Arabia.
Preguntas pendientes e investigaciones futuras
Establecer la ruta del sur como una ruta de dispersión bien establecida para los humanos modernos requiere más investigación. Descubrimientos adicionales de fósiles y herramientas de piedra proporcionarían información valiosa. Sin embargo, la investigación arqueológica en la región de este periodo de tiempo es limitada debido a los retos del trabajo de campo.
A pesar de estos retos, la convergencia de pruebas a favor de la ruta del sur puede incitar a más arqueólogos y paleoantropólogos a explorar el sur de Arabia, siguiendo los pasos de nuestros ancestros.
Significado de la ruta del sur
La ruta del sur fuera de África representa una vía alternativa para la dispersión humana desde el continente. Su viabilidad sugiere que los primeros humanos pudieron haberse adaptado a entornos diversos y utilizado varias estrategias de dispersión para poblar el mundo.
Comprender la ruta del sur también arroja luz sobre la complejidad de los patrones migratorios humanos y los retos a los que se enfrentaron nuestros ancestros al adentrarse en nuevos territorios.