Los humanos prehistóricos tenían mejores dientes que nosotros: el vínculo entre la dieta y la salud dental
A pesar de nuestras avanzadas prácticas de higiene dental, los humanos modernos tenemos dientes menos sanos que nuestros antepasados prehistóricos. Esta paradoja se remonta a un cambio fundamental en nuestra dieta que ocurrió con el advenimiento de la agricultura.
El papel de la dieta en la salud dental
La transición de un estilo de vida de cazadores-recolectores a uno agrícola provocó un cambio significativo en los tipos de alimentos que consumíamos. La dieta de nuestros antepasados, que consistía principalmente en carne, nueces y vegetales, era baja en carbohidratos y azúcares. Sin embargo, con la introducción de granos y alimentos procesados, nuestra ingesta de carbohidratos aumentó drásticamente.
Este cambio en la dieta tuvo un profundo impacto en el microbioma oral, la comunidad de bacterias que viven en nuestra boca. Ciertos tipos de bacterias, particularmente aquellas que prosperan con los carbohidratos, comenzaron a dominar sobre las bacterias «amigables» que anteriormente habían mantenido nuestros dientes sanos.
La Revolución Industrial y el declive de la salud dental
La Revolución Industrial exacerbó aún más el problema al introducir harina procesada y azúcar en nuestras dietas. Estos carbohidratos refinados proporcionaron un entorno aún más favorable para el crecimiento de bacterias dañinas en la boca.
Como resultado de estos cambios dietéticos, el equilibrio de bacterias en nuestra boca se ha desplazado hacia las especies dañinas. Nuestros cuerpos luchan constantemente contra estas bacterias, sin importar cuán diligentemente nos cepillemos los dientes y usemos hilo dental.
Restaurar el equilibrio
Para restaurar el equilibrio de bacterias en nuestra boca y mejorar nuestra salud dental, necesitamos reducir nuestra ingesta de carbohidratos y alimentos procesados. Una dieta rica en frutas, verduras y proteínas magras puede ayudar a crear un entorno en la boca que sea menos propicio para el crecimiento de bacterias dañinas.
Recomendaciones dietéticas específicas
Algunas recomendaciones dietéticas específicas para mejorar la salud dental incluyen:
- Reducir el consumo de azúcar: El azúcar es uno de los principales culpables de las caries. Limita tu consumo de alimentos y bebidas azucaradas, como dulces, refrescos y jugos.
- Comer más frutas y verduras: Las frutas y verduras son ricas en fibra y antioxidantes, que pueden ayudar a neutralizar los ácidos en la boca y proteger los dientes de las caries.
- Elegir granos integrales en lugar de granos refinados: Los granos integrales contienen más fibra y nutrientes que los granos refinados, lo que puede ayudar a reducir el riesgo de caries.
- Beber mucha agua: El agua ayuda a eliminar las partículas de alimentos y las bacterias de la boca. Trata de beber al menos ocho vasos de agua al día.
- Evitar los productos de tabaco: Fumar y masticar tabaco puede dañar los dientes y las encías.
Conclusión
Al realizar estos cambios en la dieta, podemos ayudar a restaurar el equilibrio de bacterias en nuestra boca y mejorar nuestra salud dental. Recuerda, la clave para tener dientes sanos no es solo cepillarse los dientes y usar hilo dental, sino también seguir una dieta baja en carbohidratos y alimentos procesados.