Halloween: de travesuras a golosinas
Los orígenes de las travesuras de Halloween
Las raíces de las travesuras de Halloween se remontan al festival celta de Samhain, que se celebraba el 1 de noviembre. Marcaba el final del verano y el comienzo de la estación oscura, cuando se decía que los espíritus vagaban libremente. Para alejar a estos espíritus, la gente encendía hogueras, llevaba disfraces y hacía travesuras.
Halloween en los primeros tiempos de América
Los inmigrantes irlandeses y escoceses trajeron sus supersticiones de Halloween a América en los siglos XVIII y XIX. Sus hijos se convirtieron en los cerebros de las travesuras, gastando bromas como tender cuerdas a través de las aceras, atar pomos de puertas y volcar barriles de basura.
El auge del caos de Halloween
A medida que Estados Unidos se urbanizaba a principios del siglo XX, las travesuras de Halloween se convirtieron en caos. Los niños activaban las alarmas de incendio, lanzaban ladrillos a través de escaparates y destruían propiedades. Las bromas se convirtieron en una forma de expresar la frustración por problemas sociales como la pobreza y el desempleo.
El movimiento para sofocar el «problema de Halloween»
Preocupados por la violencia, algunos adultos comenzaron a luchar. Los periódicos informaban de incidentes en los que los propietarios disparaban perdigones a los bromistas. El superintendente de escuelas de Rochester, Nueva York, declaró: «Deshinchar neumáticos ya no es divertido. Es un sabotaje».
En 1942, el Ayuntamiento de Chicago votó a favor de abolir Halloween e instituir un «Día de la Conservación» en su lugar. Sin embargo, este esfuerzo no tuvo mucho éxito.
La transformación de Halloween
Después de la Segunda Guerra Mundial, los adultos trasladaron las celebraciones de Halloween al interior y lejos de las travesuras destructivas. Entregaron la fiesta a los niños más pequeños y promovieron el truco o trato como una tradición constructiva.
Los primeros artículos de revistas que detallaban el truco o trato aparecieron a finales de la década de 1930. Los programas de radio y televisión ayudaron a popularizar la idea, llegando a una audiencia nacional. La caricatura del Pato Donald de 1952 «Truco o trato» consolidó aún más el truco o trato como un elemento básico de Halloween.
El auge del Halloween comercial
Las empresas alimentarias reconocieron rápidamente el potencial de las ventas de dulces de Halloween. Beatrice Foods, Borden y National Biscuit Company se lanzaron al negocio. Las ganancias de los dulces y disfraces de Halloween se dispararon en la década de 1960.
El truco o trato se convirtió en sinónimo de Halloween, y el comportamiento imprudente fue reemplazado en gran medida por niños disfrazados que tocaban timbres y pedían golosinas.
Bromas modernas de Halloween
Si bien la broma tradicional de Halloween ha disminuido, no ha desaparecido. Las bromas modernas adoptan diversas formas, desde chistes y entretenimiento en línea hasta inteligentes subversiones.
El legado perdurable de Halloween
A pesar de su evolución, Halloween sigue siendo un día de travesuras y burlas. Permite a la gente desahogar sus frustraciones, desafiar a la autoridad y recordar a los afortunados su responsabilidad de ayudar a los menos afortunados. Los estadounidenses tienen una deuda de gratitud con la larga lista de bromistas que allanaron el camino para la tradición moderna de Halloween.