Isla Ross, la isla india abandonada del horror colonial
Un relato de opresión y desastre
La colonia penal
A raíz del motín indio de 1857, los colonos británicos establecieron una colonia penal en las islas Andamán y Nicobar para sofocar la rebelión. La isla Ross, la más pequeña de las 576 islas del archipiélago, se convirtió en la sede administrativa debido a su ubicación estratégica.
Los convictos indios y los presos políticos fueron obligados a despejar los densos bosques de la isla y construir un opulento complejo colonial, que incluía un bungalow para el comisario, una iglesia presbiteriana y cuidados jardines. A pesar del lujoso entorno, la vida en la isla Ross era todo menos cómoda.
Los reclusos estaban sobrecargados de trabajo, enfermos y demacrados. La malaria, el cólera y otras enfermedades tropicales eran rampantes. Los británicos incluso llevaron a cabo ensayos médicos ilícitos con los convictos, obligándolos a tomar medicamentos experimentales contra la malaria con graves efectos secundarios.
La cárcel celular y la independencia de la India
A medida que se intensificaba la lucha india por la independencia, la necesidad de una prisión adecuada llevó a la construcción de la Cárcel Celular en el cercano Port Blair. Esta печаmente célebre prisión fue testigo de atrocidades indescriptibles contra los luchadores por la libertad indios y los presos políticos.
El cierre de la Cárcel Celular en 1937 marcó un punto de inflexión en la historia de las Andamán. Sin embargo, el tumultuoso pasado de las islas continuó.
Terremoto y ocupación japonesa
En 1941, un terremoto de magnitud 8,1 sacudió las islas, causando daños generalizados y más de 3.000 muertes. Un año después, las fuerzas japonesas ocuparon las islas Andamán y Nicobar.
Incapaces de defender las islas, los británicos huyeron. A lo largo de los tres años de ocupación japonesa, la isla Ross fue saqueada en busca de materias primas y vandalizada para construir búnkeres.
Abandono y turismo
Después de que las fuerzas aliadas recuperaran las islas en 1945, la colonia penal fue disuelta permanentemente. Hoy en día, la isla Ross está administrada por el gobierno indio y existe como atracción turística.
Los visitantes pueden explorar los edificios abandonados, ahora envueltos en nudosos árboles. La inquietante atmósfera de la isla y su historia olvidada evocan los horrores de la opresión colonial.
Un legado olvidado
La isla Ross, antaño conocida como el «París del Este», es un conmovedor recordatorio de la brutalidad del imperialismo británico y la resistencia del pueblo indio.
A pesar de su idílico entorno, la historia de la isla es de sufrimiento y opresión. Sin embargo, en medio de la decadencia y la desolación, la isla Ross ofrece una visión de un capítulo olvidado de la historia de la India y el perdurable legado del colonialismo.