Cómo salvar un cactus regado en exceso
Los cactus son plantas del desierto que prosperan en ambientes secos. Sin embargo, cuando se mantienen en macetas en el interior, pueden sufrir fácilmente por el exceso de riego. Si observas señales de exceso de riego, como caída, blandura o cambios de color, es importante tomar medidas para salvar tu planta.
Deja que la tierra se seque
El primer paso es dejar de regar el cactus de inmediato. El exceso de riego puede provocar pudrición de la raíz, que puede ser fatal para la planta. Introduce el dedo en la tierra para verificar la humedad. Si las dos pulgadas superiores de tierra todavía están húmedas, no riegues el cactus. Deja que la tierra se seque por completo antes de volver a regar.
Replanta el cactus
Si el exceso de riego fue grave, es posible que debas replantar el cactus en tierra nueva. Esto ayudará a eliminar el exceso de humedad y evitar una mayor pudrición de la raíz. Elige una maceta con orificios de drenaje para garantizar que el agua pueda drenar lejos de las raíces. Utiliza una mezcla de tierra para cactus diseñada para drenar bien.
Elimina la podredumbre
Cuando replantea el cactus, inspecciona las raíces en busca de señales de podredumbre. Las raíces sanas son de color claro y tienen una textura firme. Corta todas las raíces blandas, esponjosas o negras. Estos son indicadores de pudrición de la raíz. También debes cortar cualquier parte de la planta que haya sido afectada por la podredumbre. No replantees el cactus con áreas podridas aún adheridas, ya que la podredumbre seguirá propagándose y dañando la planta. Deja que las áreas cortadas se sequen antes de replantar el cactus.
Mantén el cactus al sol
Los cactus son plantas de pleno sol, lo que significa que necesitan luz solar directa durante al menos seis horas cada día. Colocar el cactus en un lugar soleado ayudará a secar la tierra y evitar el exceso de riego. Coloca el cactus en una ventana orientada al sur o muévelo con el sol durante todo el día para garantizar que reciba suficiente luz.
Riega con cuidado
Una vez que hayas salvado tu cactus regado en exceso, es importante evitar que el problema vuelva a suceder. Los cactus solo necesitan ser regados cada 10 a 14 días, según el entorno. Si vives en un ambiente húmedo, es posible que solo necesites regar el cactus una vez al mes. Si tu entorno es cálido y seco, es posible que debas regar con más frecuencia. La estacionalidad también tiene un impacto. Los cactus necesitan más agua en el verano pero mucho menos en el invierno.
Antes de regar el cactus, siempre verifica la humedad de la tierra. Si las dos pulgadas superiores de tierra todavía están húmedas, no riegues el cactus. El exceso de riego es la causa más común de problemas con los cactus, por lo que es importante tener cuidado.
Señales de un cactus regado en exceso
- Caída
- Blando al tacto
- Dorado o amarillento
- Marchitado
- Dorado o ennegrecido en la base de la planta
¿Puede un cactus recuperarse del exceso de riego?
Sí, un cactus puede recuperarse del exceso de riego si tomas las medidas adecuadas. Es importante eliminar cualquier rastro de podredumbre y verificar la humedad de la tierra antes de agregarle más agua a la planta. Es posible que también debas replantar el cactus por completo.
Cómo salvar un cactus empapado
Un cactus empapado es una señal de que la planta está recibiendo demasiada agua. Si tomas medidas para reducir tus hábitos de riego, replanta la planta en tierra seca con drenaje adecuado y aborda cualquier podredumbre que se haya instalado, deberías poder salvar tu cactus.
Consejos adicionales
- Utiliza un medidor de humedad para verificar la humedad de la tierra antes de regar el cactus.
- Riega el cactus profundamente, pero con poca frecuencia. Deja que la tierra se seque por completo antes de volver a regar.
- Elige una maceta con orificios de drenaje para evitar el encharcamiento.
- Evita usar agua del grifo para regar el cactus, ya que puede contener químicos que pueden dañar la planta. En su lugar, utiliza agua de lluvia o agua destilada.