Historias orales: preservando el impacto de la COVID-19 en nuestras vidas
El impacto sin precedentes de la pandemia
La pandemia de la COVID-19 ha dejado una huella indeleble en nuestro mundo, afectando cada aspecto de nuestras vidas. Para capturar esta experiencia sin precedentes, universidades, bibliotecas y museos están recopilando historias orales de personas que han sobrellevado la tormenta.
Recopilación de respuesta rápida: capturando experiencias en tiempo real
Inspiradas en iniciativas similares después del 11 de septiembre y las Marchas de las Mujeres, las organizaciones están empleando la «recopilación de respuesta rápida» para recopilar relatos de la pandemia a medida que se desarrolla. El Proyecto de Historia Oral de la COVID-19 del Instituto de Artes y Humanidades de la IUPUI de la Universidad de Indiana invita a investigadores y al público a compartir sus historias a través de entrevistas o envíos de audio.
Perspectivas institucionales y comunitarias
Varias instituciones buscan narrativas personales de sus comunidades afiliadas. El Centro Interdisciplinario para la Teoría Innovadora y la Empiria de la Universidad de Columbia está recopilando específicamente 1000 historias de neoyorquinos, dando prioridad a los trabajadores de la salud, los servicios de emergencia y otros trabajadores esenciales. El Centro Pembroke para la Enseñanza y la Investigación sobre la Mujer de la Universidad de Brown está reuniendo experiencias de personas que se identifican como mujeres, transgénero o de género no binario.
Museos que documentan la pandemia
Los museos también desempeñan un papel vital en la preservación del impacto de la pandemia. El Museo Nacional de Historia Estadounidense del Instituto Smithsoniano está recopilando artefactos, fotografías y documentos para hacer una crónica de los efectos de la pandemia en individuos, instituciones y comunidades. El Museo de Historia de Chicago está solicitando grabaciones de audio de los residentes de la ciudad, capturando los cambios cotidianos y los inesperados momentos de ligereza y esperanza.
Esfuerzos regionales: amplificando voces diversas
Más allá de las instituciones nacionales, las organizaciones regionales también están recopilando historias orales. La Biblioteca Pública de St. Joseph en Missouri y Foxfire, un grupo de preservación del patrimonio en el sur de los Apalaches, se encuentran entre los que recopilan historias de sus comunidades. La Sociedad Histórica de Indiana está aceptando breves contribuciones en video, mientras que el Centro de Historia Heinz en Pittsburgh preserva los relatos personales a través de entrevistas y envíos en línea.
Preservando nuestra historia colectiva
Estas historias orales ofrecen información valiosa sobre la experiencia humana de la pandemia de COVID-19. Servirán como material de fuente primaria para futuros historiadores, proporcionando profundidad y contexto a los relatos oficiales que se escribirán en los libros de historia. Para quienes comparten sus historias, el proceso también puede brindar una sensación de consuelo y conexión en medio del caos.
Historias personales: dando forma a la narrativa
Las narrativas personales recopiladas a través de historias orales arrojarán luz sobre las diversas formas en que la COVID-19 ha impactado a las personas. Desde los desafíos del aislamiento hasta la resiliencia de las comunidades, estas historias darán forma a nuestra comprensión de este evento histórico y sus efectos duraderos en nuestra sociedad.
Una llamada a la participación
Las organizaciones de todo el país buscan relatos personales sobre cómo la COVID-19 ha impactado su vida. Ya sea que haya presenciado los efectos de la pandemia de primera mano o la haya experimentado desde lejos, su historia es importante. Al compartir sus experiencias, contribuye a un registro colectivo que preservará nuestra historia compartida para las generaciones venideras.