Asesinatos en las alturas del Tíbet: Las misteriosas muertes de cuatro Dalai Lamas
Intrigas políticas y corrupción en el Palacio de Potala
Durante la primera mitad del siglo XIX, el Palacio de Potala del Tíbet fue escenario de una sombría batalla por el poder que se cobró la vida de cuatro Dalai Lamas sucesivos. Estas muertes sospechosas han intrigado a los historiadores y han dado lugar a especulaciones sobre conspiraciones políticas e influencias externas.
Circunstancias inusuales y muertes prematuras
Las víctimas fueron el noveno, décimo, undécimo y duodécimo Dalai Lamas, todos ellos fallecidos antes de llegar a la edad adulta. Las causas de sus muertes variaron desde neumonía hasta un misterioso derrumbe del techo, lo que llevó a muchos a preguntarse si se trataba de sucesos naturales o de un juego sucio.
Motivaciones políticas
El Tíbet estaba bajo la influencia tanto de la dinastía china Qing como de los nobles tibetanos durante este período. Ambos grupos tenían intereses creados en controlar al Dalai Lama, el líder espiritual y político del Tíbet. La muerte de un joven Dalai Lama durante un período de regencia dio más poder a los regentes, que a menudo eran ambiciosos y corruptos.
Influencia china y la Urna Dorada
China introdujo el sistema de la Urna Dorada para seleccionar a los Dalai Lamas, lo que les dio cierto control sobre el proceso. Dos de los Dalai Lamas fallecidos fueron elegidos mediante este método, y sus muertes pueden haber sido orquestadas por funcionarios chinos para instalar a un candidato más favorable.
Luchas internas de poder
Los nobles tibetanos también desempeñaron un papel en las muertes de los Dalai Lamas. Resentían la influencia de los ambanes chinos (gobernadores) y veían a un joven Dalai Lama como una amenaza a su autoridad. El undécimo Dalai Lama, por ejemplo, fue asesinado después de asumir el poder absoluto sin un regente.
Intrigas y envenenamiento
El Palacio de Potala era un hervidero de intrigas y engaños. Circulaban rumores de envenenamientos y complots, que apuntaban a varios sospechosos, incluidos cocineros, regentes e incluso los propios asistentes de los Dalai Lamas.
Enfermedad misteriosa y visión
La muerte del duodécimo Dalai Lama fue particularmente extraña. Cayó enfermo mientras meditaba y fue encontrado muerto, mirando hacia el sur. Su biografía oficial menciona una visión que tuvo en la que un gurú le aconsejó practicar sexo tántrico, a lo que se negó.
Autopsia y pruebas no concluyentes
Una autopsia del duodécimo Dalai Lama resultó no concluyente, pero las circunstancias de su muerte sugieren fuertemente un asesinato. Los ambanes ordenaron sellar el palacio y encarcelar a sus ayudantes.
Teorías alternativas
Algunos historiadores creen que los chinos desempeñaron un papel directo en las muertes de los Dalai Lamas para mantener el control sobre el Tíbet. Otros sugieren que las luchas políticas dentro del propio Tíbet fueron la causa principal.
Violencia e inestabilidad en el Tíbet
El Tíbet de principios del siglo XIX era un lugar peligroso y a menudo violento. La vida era barata, e incluso un bodhisattva como el Dalai Lama no era inmune al asesinato. El propio palacio fue descrito como un complejo laberíntico, con cámaras ocultas y pasajes secretos, que ofrecían amplias oportunidades a los asesinos.
Engaño e intrigas en la teocracia tibetana
El Palacio de Potala no era el tranquilo santuario de meditación budista que a menudo describen los extranjeros. Por el contrario, era un centro de intrigas políticas, donde los monjes y los monasterios luchaban por el poder y las venganzas de sangre se prolongaban durante generaciones.
Legado de sospecha y tragedia
Las muertes de los cuatro Dalai Lamas proyectan una sombra sobre la historia del Tíbet. El Palacio de Potala sigue siendo un símbolo tanto de la grandeza como de la oscuridad de aquella época. Es posible que nunca se conozca la verdadera magnitud de las conspiraciones y motivaciones que subyacen a estos asesinatos, pero sirven como un recordatorio de los peligros de la ambición política y de la fragilidad de la vida humana en tiempos tumultuosos.