El letal comercio de plumas: cómo dos mujeres salvaron a las aves de Estados Unidos
El comercio de plumas: una crueldad de la moda
A finales del siglo XIX, la moda de los sombreros de plumas provocó un devastador comercio de plumas de aves. Los cazadores mataban y despellejaban aves adultas, dejando a los polluelos huérfanos para que murieran de hambre o fueran devorados por los cuervos. Los principales impulsores del comercio de plumas eran los centros de sombrerería de Nueva York y Londres, que consumían plumas de cientos de miles de aves cada año. Las garzas, con su brillante plumaje blanco, eran un objetivo especial.
Harriet Hemenway y Minna Hall: cruzadas
En 1896, dos damas de la alta sociedad de Boston, Harriet Hemenway y su prima Minna Hall, iniciaron una revuelta contra el comercio de plumas. Hemenway, una apasionada naturalista aficionada, estaba horrorizada por la matanza de aves. Reclutó la ayuda de Hall y juntas organizaron una serie de fiestas de té en las que instaron a sus amigas a dejar de usar sombreros de plumas.
El nacimiento de la Sociedad Audubon
El boicot de Hemenway y Hall fue un éxito, y pronto organizaron la Sociedad Audubon de Massachusetts. Se formaron sociedades Audubon en más de una docena de estados, y su federación acabaría llamándose Sociedad Nacional Audubon. La Sociedad Audubon desempeñó un papel clave en el cabildeo para lograr leyes de protección de las aves.
Leyes históricas: la Ley Lacey y la Ley Weeks-McLean
En 1900, el Congreso aprobó la Ley Lacey, que prohibía el transporte a través de las fronteras estatales de aves capturadas en violación de las leyes estatales. Sin embargo, la ley se aplicó mal y el comercio de plumas siguió prosperando.
En 1913, la Ley Weeks-McLean, patrocinada por el representante de Massachusetts John Weeks y el senador de Connecticut George McLean, puso fin de forma efectiva al comercio de plumas. La ley prohibía la caza comercial y el transporte interestatal de aves.
La Ley del Tratado sobre Aves Migratorias de 1918
Después de una serie de impugnaciones judiciales no concluyentes a la Ley Weeks-McLean, el Tribunal Supremo confirmó la Ley del Tratado sobre Aves Migratorias de 1918. Esta legislación histórica declaraba que la protección de las aves era de «interés nacional» y otorgaba al gobierno federal la autoridad para regular la caza y el transporte de aves migratorias.
El legado de Hemenway y Hall
Los esfuerzos de Harriet Hemenway y Minna Hall desempeñaron un papel fundamental en la protección de las aves en Estados Unidos. Su boicot al comercio de plumas concienciaron sobre los efectos devastadores de la industria de la moda en las poblaciones de aves. La Sociedad Audubon que fundaron sigue siendo hoy un destacado defensor de la conservación de las aves.
La importancia de la conservación de las aves
Las aves desempeñan un papel vital en el ecosistema. Polinizan las plantas, dispersan las semillas y controlan las plagas. La pérdida de poblaciones de aves puede tener un efecto dominó en toda la cadena alimentaria.
Los esfuerzos de conservación de principios del siglo XX ayudaron a proteger a muchas especies de aves de la extinción. Sin embargo, las aves siguen enfrentándose a amenazas como la pérdida de hábitat, la contaminación y el cambio climático. Es más importante que nunca apoyar la conservación de las aves y garantizar la supervivencia de estas magníficas criaturas.