Annie Kenney: La sufragista olvidada y símbolo de militancia
El primer acto militante
El 13 de octubre de 1905, Annie Kenney y Christabel Pankhurst entraron en la historia irrumpiendo en un mitin político en Mánchester, Inglaterra, para exigir el derecho al voto de las mujeres. Su arresto y encarcelamiento por este acto están ampliamente considerados como la primera acción militante del movimiento sufragista.
Una carta desde prisión
Una carta recientemente descubierta de Kenney a su hermana Nell arroja nueva luz sobre su experiencia tras las rejas. Hallada en los Archivos de la Columbia Británica por la historiadora Lyndsey Jenkins, la carta ofrece una visión excepcional de los pensamientos y emociones de una sufragista encarcelada por sus creencias.
Una mujer del pueblo
A diferencia de muchas otras líderes sufragistas que procedían de élites, Kenney era una mujer de clase trabajadora. Nacida en Oldham, una ciudad del Gran Mánchester, en 1879, comenzó a trabajar en una fábrica de algodón a la edad de 10 años. Sus vivencias como obrera le dieron una perspectiva única sobre las dificultades a las que se enfrentaban las mujeres de clase trabajadora.
Una figura clave en la WSPU
Kenney se unió a la Unión Social y Política de las Mujeres (WSPU), un ala radical del movimiento sufragista fundada por Emmeline Pankhurst, la madre de Christabel. Rápidamente se convirtió en una importante figura de la WSPU, ayudando a difundir el mensaje del sufragio entre otras trabajadoras.
Liderando el movimiento
Tras el encarcelamiento de Emmeline Pankhurst y la huida de Christabel a París, Kenney lideró de facto la WSPU durante los difíciles años que precedieron a la Ley de Representación del Pueblo de 1918, que concedió a las mujeres su primer derecho al voto.
Encarcelamiento y problemas de salud
Kenney fue arrestada y encarcelada varias veces tras el incidente de 1905. Sus huelgas de hambre y sed durante estos encarcelamientos «devastaron su salud», según la Universidad de Oxford.
Una importancia subestimada
A pesar de su dedicación a la causa sufragista, Kenney es menos recordada que otras figuras clave como las Pankhurst. La carta recientemente descubierta ofrece información esencial sobre una mujer cuya «importancia es a menudo subestimada y mal comprendida», afirma Jenkins.
Un documento revelador
«Este es un documento apasionante y revelador», añade Jenkins, «que profundiza nuestra comprensión de la batalla por el sufragio y las mujeres que la libraron». La carta proporciona una perspectiva personal del movimiento sufragista y los sacrificios realizados por sus miembros.
Emoción pública y preocupaciones privadas
La carta revela un contraste entre la emoción pública de Kenney por la causa sufragista y sus preocupaciones privadas sobre el impacto de sus acciones en su familia. Expresó su inquietud por su desaprobación e ira, especialmente por parte de su hermana Alice.
Legado e inspiración
La historia de Annie Kenney es un recordatorio del coraje y la determinación de las mujeres que lucharon por el sufragio. Su carta desde prisión es un valioso documento histórico que ilumina las experiencias personales de las sufragistas y las complejidades de su lucha.
El Proyecto Annie Kenney planea erigir una estatua de la sufragista en la Plaza del Parlamento de Oldham para conmemorar sus contribuciones al movimiento. Esta estatua servirá como un recordatorio permanente de la importancia de Kenney y el papel crucial que desempeñó para garantizar el derecho al voto de las mujeres.