Plaza de Tiananmén: liberación del último prisionero
Las protestas de la Plaza de Tiananmén
En 1989, miles de personas, principalmente estudiantes, se congregaron en la Plaza de Tiananmén de Pekín para protestar contra el gobierno autoritario chino y exigir reformas democráticas. Las protestas fueron provocadas por la muerte de Hu Yaobang, un popular líder reformista.
El gobierno respondió a las protestas con una brutal represión. El 4 de junio de 1989, tanques y tropas entraron en la plaza y abrieron fuego contra los manifestantes. Cientos, posiblemente miles, de personas murieron.
El encarcelamiento de Miao Deshun
Miao Deshun fue uno de los muchos manifestantes arrestados tras la masacre de la Plaza de Tiananmén. Fue acusado de incendio provocado por arrojar una cesta a un tanque en llamas. Fue condenado a muerte, pero su sentencia fue posteriormente reducida a cadena perpetua.
Deshun pasó 27 años en prisión, durante los cuales fue torturado y se le negó la visita de su familia. Fue liberado en 2016, sufriendo de hepatitis B y enfermedad mental.
La represión del gobierno chino
La masacre de la Plaza de Tiananmén fue un momento decisivo en la historia china. Condujo a una represión de la disidencia y a la supresión de la libertad de expresión y reunión. El gobierno también implementó una política de liberalización económica, que condujo a un rápido crecimiento económico, pero también a una mayor desigualdad y corrupción.
El legado de la Plaza de Tiananmén
La masacre de la Plaza de Tiananmén sigue siendo un tema tabú en China. El gobierno censura toda mención de ella en los medios de comunicación y libros de texto. Sin embargo, la memoria de la masacre perdura, tanto en China como en todo el mundo.
La liberación de Miao Deshun es un recordatorio de la continua supresión de la disidencia por parte del gobierno chino. También es un recordatorio de la importancia de luchar por la libertad y la democracia, incluso frente a la adversidad.
Los prisioneros de la Plaza de Tiananmén
Además de Miao Deshun, cientos de otros manifestantes fueron arrestados y encarcelados tras la masacre de la Plaza de Tiananmén. Muchos de ellos fueron torturados y privados del debido proceso. Algunos fueron ejecutados, mientras que otros murieron en prisión.
El gobierno chino nunca ha informado completamente sobre el número de personas que murieron o fueron encarceladas durante la represión de la Plaza de Tiananmén. Sin embargo, los grupos de derechos humanos estiman que el número asciende a miles.
Las reformas económicas
En los años posteriores a la masacre de la Plaza de Tiananmén, el gobierno chino implementó una serie de reformas económicas que condujeron a un rápido crecimiento económico. Estas reformas incluyeron la privatización de empresas estatales, la apertura del país a la inversión extranjera y el establecimiento de una economía de mercado.
Las reformas económicas sacaron a millones de personas de la pobreza y crearon una nueva clase media. Sin embargo, también condujeron a una mayor desigualdad y corrupción.
La censura de la Plaza de Tiananmén
El gobierno chino siempre ha sido sensible a cualquier mención de la masacre de la Plaza de Tiananmén. La masacre no se menciona en los libros de texto chinos y cualquier mención de ella en los medios de comunicación es rápidamente censurada.
La censura del gobierno de la Plaza de Tiananmén es un recordatorio de su continua supresión de la disidencia. También es un recordatorio de la importancia de luchar por la libertad de expresión y reunión.
La memoria de la Plaza de Tiananmén
La memoria de la masacre de la Plaza de Tiananmén perdura, tanto en China como en todo el mundo. La masacre es un recordatorio de los peligros del gobierno autoritario y de la importancia de luchar por la libertad y la democracia.
La liberación de Miao Deshun es un pequeño paso hacia la reconciliación. Sin embargo, el gobierno chino debe hacer más para explicar la masacre de la Plaza de Tiananmén y garantizar que tal tragedia nunca vuelva a ocurrir.