La Torre de las Calaveras Azteca: Un macabro monumento a los sacrificios rituales
Descubrimiento del Huey Tzompantli
En 2015, los arqueólogos que excavaban en la Ciudad de México se toparon con un macabro descubrimiento: una sección de una torre construida enteramente con cráneos humanos. Se cree que esta estructura, conocida como Huey Tzompantli, es una de las siete torres de este tipo que alguna vez estuvieron en la capital azteca de Tenochtitlán.
El Huey Tzompantli fue descubierto por primera vez cerca de las ruinas del Templo Mayor, un centro religioso dedicado al dios de la guerra Huitzilopochtli y al dios de la lluvia Tláloc. La torre tiene forma cilíndrica y mide aproximadamente 16,4 pies de diámetro. Fue construida en tres etapas, que probablemente datan de la época del gobierno de Tlatoani Ahuízotl, entre 1486 y 1502.
Las víctimas del Huey Tzompantli
Los cráneos del Huey Tzompantli pertenecían a personas que fueron sacrificadas durante el reinado de Ahuízotl, el octavo rey de los aztecas. Inicialmente, los arqueólogos creían que los cráneos pertenecían solo a guerreros varones derrotados, pero análisis recientes sugieren que algunos también pertenecían a mujeres y niños.
Las víctimas probablemente eran cautivos destinados a ceremonias de sacrificio. Los arqueólogos han identificado los restos de al menos tres niños en la torre, según el tamaño y el desarrollo de sus dientes.
El significado ritual del Huey Tzompantli
Para los aztecas, el sacrificio ritual era un medio para mantener vivos a los dioses y prevenir la destrucción del universo. El Huey Tzompantli era una manifestación física de esta creencia.
Los cráneos de la torre se exhibían en un gran círculo interior que se elevaba y ensanchaba en una sucesión de anillos. Se creía que esta disposición representaba la naturaleza cíclica de la vida y la muerte.
Destrucción y redescubrimiento del Huey Tzompantli
El Huey Tzompantli fue destruido por conquistadores españoles y sus aliados indígenas en el siglo XVI. Las torres fueron desmanteladas y sus fragmentos esparcidos por la zona.
El Huey Tzompantli fue redescubierto en 2015 durante la restauración de un edificio construido en el sitio de la capital azteca. La torre es ahora un sitio arqueológico protegido y un popular destino turístico.
El legado del Huey Tzompantli
El Huey Tzompantli es un poderoso recordatorio de la civilización azteca y su complejo sistema de creencias. La torre es un testimonio de la habilidad de los aztecas como constructores y su fe inquebrantable en sus dioses.
El Huey Tzompantli es también un recordatorio del lado más oscuro de la cultura azteca. La torre es un símbolo de la violencia y los sacrificios humanos que eran parte integral de la sociedad azteca.
Relatos españoles del Huey Tzompantli
Los conquistadores españoles Hernán Cortés, Bernal Díaz del Castillo y Andrés de Tapia describieron los estantes de cráneos de los aztecas en sus escritos sobre la conquista de la región. De Tapia dijo que los aztecas colocaron decenas de miles de cráneos «en un teatro muy grande hecho de cal y piedra, y en sus escalones había muchas cabezas de muertos clavadas en la cal con los dientes hacia afuera».
Importancia arqueológica del Huey Tzompantli
El Huey Tzompantli es uno de los hallazgos arqueológicos más importantes en México en los últimos años. La torre proporciona información valiosa sobre la cultura y la sociedad azteca. También es un recordatorio de la naturaleza compleja y a menudo contradictoria de la historia humana.