Etiquetas de identificación recientemente desenterradas cuentan las desgarradoras historias de cuatro jóvenes víctimas del Holocausto
Identificación de víctimas
En un conmovedor descubrimiento en el campo de exterminio de Sobibor en Polonia, los arqueólogos han desenterrado etiquetas de identificación que llevan los nombres de cuatro niños judíos de Ámsterdam: Lea Judith De La Penha, de 6 años, Deddie Zak, de 6 años, David Juda Van der Velde, de 11 años, y Annie Kapper, de 12 años. Estas etiquetas brindan una conexión tangible con las vidas e identidades de estas jóvenes víctimas.
Un destino trágico
Los niños estaban entre los miles de judíos que fueron transportados a Sobibor durante la Segunda Guerra Mundial. A su llegada al campo, fueron enviados inmediatamente a la muerte en cámaras de gas. Las etiquetas de identificación, que probablemente pertenecieron a sus padres, ofrecen una muestra de la desesperada esperanza de que sus hijos pudieran ser encontrados algún día.
Conexión de cabos
A través de una extensa investigación y colaboración con un centro conmemorativo en el campo de tránsito Westerbork en los Países Bajos, los investigadores pudieron rastrear las identidades y destinos de los niños. Trágicamente, los registros del tren revelaron que algunos fueron parte de una deportación masiva de más de 1.300 niños pequeños que fueron gaseados al llegar a Sobibor.
La zona de exterminio
Las etiquetas de identificación se descubrieron en diferentes áreas del campamento, incluida la plataforma ferroviaria y la «zona de exterminio», donde se ubicaban la cámara de gas, el crematorio y las fosas comunes. El descubrimiento de la mitad de la etiqueta parcialmente quemada de Van der Velde cerca de su cuerpo es un desgarrador recordatorio de los horrores infligidos a estas víctimas inocentes.
Operación Reinhard
Sobibor fue uno de los tres centros de exterminio establecidos por los nazis como parte de la Operación Reinhard, un plan para exterminar a los judíos en la Europa ocupada por los nazis. Estos campos utilizaron gas de monóxido de carbono para asesinar a sus víctimas en ejecuciones masivas.
La cámara de gas de Sobibor
Las excavaciones en curso en Sobibor también han revelado la cámara de gas del campo, un vasto edificio con ocho salas capaces de matar hasta 900 personas en solo 10 minutos. Este espantoso descubrimiento subraya la escala industrial del Holocausto y la implacable búsqueda de genocidio por parte de los nazis.
Descubrimiento del pasado
Desde 2007, el arqueólogo israelí Yoram Haimi y su equipo han estado excavando Sobibor, descubriendo artefactos y pertenencias personales que arrojan luz sobre las víctimas y los perpetradores del campo. Estos descubrimientos incluyen etiquetas de identificación de judíos norteafricanos, alfileres usados por el grupo judío Beitar e incluso botellas de alcohol pertenecientes al personal nazi.
Un legado de pérdida
Las etiquetas de identificación de los cuatro niños pequeños de Ámsterdam sirven como un conmovedor recordatorio de las innumerables vidas perdidas durante el Holocausto. Sus historias son un testimonio del sufrimiento inimaginable soportado por víctimas inocentes y el legado perdurable del genocidio nazi.
Preservación de la memoria
Los objetos descubiertos en Sobibor han sido confiados a un museo en el campo, que tiene como objetivo preservar la memoria de quienes perecieron y educar a las generaciones futuras sobre los horrores del Holocausto. Sin embargo, debido a la pandemia en curso, el museo está cerrado actualmente.
Un símbolo de resistencia
En octubre de 1943, los prisioneros de Sobibor organizaron un levantamiento, lo que resultó en la fuga de aproximadamente la mitad de los 600 prisioneros retenidos en ese momento. Aunque muchos fueron asesinados posteriormente, el levantamiento sigue siendo un símbolo de resistencia contra la tiranía nazi y el espíritu indomable de quienes lucharon por la libertad.