La profunda soledad de Greta Garbo
En los anales de la historia de Hollywood, Greta Garbo se erige como una figura enigmática, conocida por su belleza, talento y profunda soledad. La reciente subasta de Sotheby’s de una colección de sus cartas ha arrojado nueva luz sobre las luchas internas de la actriz y su insatisfacción con su vida en el candelero.
Revelando la soledad de Garbo
A pesar de su estatus de icono, Greta Garbo albergaba un profundo sentimiento de soledad. Sus cartas, dirigidas a su amiga íntima Marta Wachtmeister, revelan su desdén por la implacable atención de la prensa y su anhelo de una vida lejos de los focos.
«Conduzco hasta la playa y doy paseos, y eso siempre es maravilloso. Pero eso es todo», escribió Garbo en 1939, expresando su insatisfacción con su vida en California.
Insatisfacción en Hollywood
Las cartas de Garbo también exponen su frustración con su carrera. Aunque alcanzó un gran éxito en Hollywood, a menudo expresaba apatía y decepción con las películas que hacía.
«Ahora estoy a medio camino de terminar con Christina, y a medio camino es como se va a quedar cuando esté terminada», escribió sobre una de sus películas más famosas, La reina Cristina.
Anhelo de Suecia
En medio del brillo y el glamour de Hollywood, el corazón de Garbo añoraba su Suecia natal, en particular el castillo de Tistad, hogar de la familia Wachtmeister.
«Sobre los veranos allí cuando llueve y esa maravillosa melancolía nos envuelve», escribió, recordando su infancia en Suecia.
Retiro de los focos
A medida que crecía la fama de Garbo, se fue retirando cada vez más de la vista del público. Su comportamiento inescrutable y su aversión a los medios de comunicación le valieron el apodo de «la esfinge sueca».
«Además de todos los demás absurdos, me están casando por 759ª vez», observó en una carta, expresando su frustración por las constantes especulaciones sobre su vida personal.
Retiro anticipado
A la edad de 36 años, después de hacer 27 películas, Garbo tomó la audaz decisión de retirarse. Se mudó a Manhattan, donde vivió una vida recluida hasta su muerte en 1990.
Castillo de Tistad: Un refugio de felicidad
La subasta de Sotheby’s también incluyó un álbum de fotografías tomadas por aficionados en el castillo de Tistad. Estas imágenes capturan un destello de una Garbo más despreocupada y alegre, descansando en el césped, charlando con amigos y sumergiéndose en la belleza natural de su tierra natal.
Legado de una estrella compleja
Las cartas de Greta Garbo ofrecen una visión íntima y poco común de la vida interior de un icono de Hollywood. Revelan su profunda soledad, su insatisfacción con su carrera y su anhelo de una vida más sencilla. A pesar de su enigmática personalidad, las cartas de Garbo la humanizan y nos recuerdan que incluso las estrellas más famosas y glamurosas no son inmunes a las luchas de la condición humana.