Cómo trasplantar hostas: una guía completa
Cuándo trasplantar hostas
El momento óptimo para trasplantar hostas es en otoño, cuando las temperaturas del aire son frescas y las temperaturas del suelo permanecen cálidas. Esto les da a las plantas tiempo suficiente para recuperarse y adaptarse a su nuevo hogar antes de que el suelo se congele.
La primavera es la segunda mejor época para trasplantar hostas, ya que los nuevos brotes apenas comienzan a emerger. Sin embargo, existen algunos riesgos asociados con el trasplante de primavera, como el daño a las hojas desplegadas y el potencial estrés por calor en el verano.
Evita trasplantar hostas en verano, ya que son más susceptibles al estrés por altas temperaturas y falta de humedad.
Cómo elegir un sitio para trasplantar
Al seleccionar una nueva ubicación para tu hosta, elige un lugar con suelo ligeramente ácido a ligeramente alcalino. Puedes analizar el suelo con un kit de análisis de suelo para determinar si necesitas agregar compost u otras enmiendas para mejorar la calidad del suelo.
La nueva ubicación también debe recibir mucha luz solar indirecta. Las hostas pueden tolerar algo de sombra, pero no prosperarán en sombra total o en áreas que reciban luz solar directa durante la mayor parte del día.
Preparación del nuevo hoyo de plantación
Antes de desenterrar la hosta, prepara el nuevo hoyo de plantación. Cava un hoyo que tenga el doble de ancho que el cepellón y tan profundo. Agrega unas cuantas paladas de abono u hojarasca al hoyo, pero evita enriquecer demasiado el suelo.
Desenterrando la hosta
Elige un día nublado después de que haya llovido o riega bien la planta para facilitar la excavación.
Inserta tu pala hacia abajo alrededor de la planta, formando un anillo a unas 10 pulgadas de la base de la planta. Luego, inclina la pala hacia la planta y comienza a levantarla hacia arriba con cuidado.
Una vez que hayas aflojado la tierra alrededor del cepellón, levanta la planta del hoyo y retira la mayor cantidad de tierra posible. Trata de mantener algo de tierra alrededor del cepellón para ayudar a la transición de la planta.
División de la hosta
Si la hosta está madura y es bastante grande, es posible que desees dividirla en plantas más pequeñas. Simplemente usa tu pala para dividir la planta en pedazos manejables. Guarda las piezas de hosta que planeas trasplantar y regala las plantas adicionales a amigos y familiares.
Trasplante de la hosta
Coloca la hosta en su nueva ubicación, asegurándote de que la corona esté nivelada con la superficie del suelo. Luego, vuelve a llenar el hoyo con la tierra que habías sacado del hoyo de plantación y apisona para eliminar bolsas de aire y asegurar un buen contacto entre la tierra y la raíz.
Acolchado de la hosta
Extiende una capa de dos a tres pulgadas de mantillo alrededor del área de plantación para mantener la humedad del suelo y reducir las malas hierbas. Ten cuidado de que el mantillo no toque los tallos de las plantas.
Después del trasplante
Riega bien la hosta después del trasplante. Continúa regando cuando la lluvia natural no sea suficiente.
Después de una temporada de crecimiento sabrás si brindaste suficiente cuidado a tu hosta recién trasplantada. Las plantas descuidadas regresarán con menos brotes en la próxima temporada de crecimiento, mientras que las plantas bien cuidadas reanudarán los hábitos de crecimiento normales.
Consejos para trasplantar hostas
- Elige un día nublado o riega bien la planta antes de desenterrarla.
- Cava un hoyo amplio que tenga el doble de ancho que el cepellón y tan profundo.
- Evita dañar las raíces al desenterrar la planta.
- Si la planta es grande, divídela en pedazos más pequeños.
- Planta la hosta a la misma profundidad a la que estaba creciendo en su ubicación anterior.
- Riega bien la planta después del trasplante y continúa regando cuando sea necesario.
- Agrega mantillo alrededor de la planta para retener la humedad y eliminar las malas hierbas.
Siguiendo estos consejos, puedes trasplantar tus hostas con éxito y disfrutarlas en su nueva ubicación durante años.