Archivo Mundial del Ártico: preservando tesoros culturales para las generaciones futuras
Preservación digital en el Ártico
El Museo Nacional de Noruega ha dado un paso innovador para salvaguardar su patrimonio cultural al colocar una copia digital de la icónica obra maestra de Edvard Munch, «El grito», en el Archivo Mundial del Ártico (AWA). Este archivo «a prueba de futuro», ubicado en las profundidades de una mina de carbón en la remota isla de Spitsbergen, está diseñado para preservar arte y artefactos digitales de todo el mundo durante más de un milenio.
El AWA fue creado en 2017 por Piql, una empresa tecnológica dedicada a preservar información digital. El diseño y la ubicación únicos del archivo lo convierten en un depósito ideal para tesoros culturales. El aire seco, frío y con poco oxígeno de la mina ayuda a preservar los rollos de película plástica en los que se almacenan las imágenes digitales, mientras que la ubicación remota las protege de ciberataques y desastres naturales.
Tesoros digitalizados de todo el mundo
Además de «El grito», el AWA alberga réplicas digitales de más de 400.000 objetos de más de 15 países. Estos incluyen obras de arte, arquitectura, artefactos e incluso un vestido de baile que perteneció a la reina Maud de Noruega.
Entre las organizaciones participantes se encuentran el Archivo Nacional de México, la Biblioteca del Vaticano, la Agencia Espacial Europea y el Museo de la Persona en Brasil. El AWA también almacena registros de corporaciones, reconociendo la importancia de preservar no solo el patrimonio cultural sino también los datos históricos y comerciales.
Protegiendo el archivo del futuro
Los diseñadores del AWA tuvieron en cuenta las posibles amenazas al archivo, incluidas las guerras, los desastres naturales y los cambios tecnológicos. La técnica de archivo «a prueba de futuro e independiente de la tecnología» está diseñada para resistir una fuerte energía electromagnética, asegurando que las imágenes digitales sigan siendo legibles incluso a medida que evolucionan las tecnologías.
El archivo está ubicado en las profundidades subterráneas, debajo de capas de permafrost pero muy por encima del nivel del mar, lo que brinda protección contra eventos climáticos extremos y el aumento del nivel del mar. El archipiélago de Svalbard también es de difícil acceso y está escasamente poblado, lo que reduce aún más el riesgo de daños o destrucción.
Un legado para el futuro
Al almacenar una copia digital de toda su colección en el AWA, el Museo Nacional de Noruega garantiza que sus tesoros culturales se conservarán para las generaciones venideras. El archivo es un testimonio de la importancia de preservar nuestro patrimonio compartido y garantizar que las generaciones futuras puedan experimentar y apreciar las obras de arte y los artefactos que definen nuestro pasado.
Un modelo para la preservación cultural
El AWA no es el único proyecto dedicado a preservar el patrimonio cultural en el Ártico. La Bóveda Global de Semillas de Svalbard, ubicada cerca, almacena muestras de los diversos cultivos del mundo, proporcionando una copia de seguridad en caso de emergencias globales. Ambos archivos están ubicados en antiguos sitios mineros en las profundidades de la tierra, lo que demuestra el potencial de estos entornos remotos e inhóspitos para la preservación a largo plazo.
El AWA y la Bóveda Global de Semillas de Svalbard son símbolos de nuestro compromiso de salvaguardar nuestro patrimonio cultural y natural para las generaciones futuras. Al preservar estos preciosos recursos, garantizamos que nuestro legado seguirá inspirando y enriqueciendo las vidas de quienes vendrán después de nosotros.