Fragmentos del antiguo egipcio «Libro de los Muertos» reunidos después de siglos
Descubrimiento y reunificación
Los investigadores han reunido digitalmente dos fragmentos de una envoltura de momia de lino de 2.300 años de antigüedad cubierta de jeroglíficos del antiguo egipcio «Libro de los Muertos». Los fragmentos, originalmente del mismo rollo, estaban dispersos en museos de todo el mundo.
Cuando los empleados del Instituto de Investigación Getty (GRI) en Los Ángeles vieron fotografías de un fragmento digitalizado alojado en el Museo Teece de Antigüedades Clásicas de la Universidad de Canterbury (UC) en Nueva Zelanda, se dieron cuenta de que una sección de sus colecciones encajaba perfectamente con el fragmento de UC.
Importancia del «Libro de los Muertos»
El «Libro de los Muertos», una colección de textos funerarios, se creía que guiaba a los difuntos a través de la otra vida. Contenía hechizos, oraciones e ilustraciones que representaban el viaje y los desafíos que enfrentaba el alma en el inframundo.
Procedencia de los fragmentos
Los fragmentos reunidos provienen de una serie de vendas que alguna vez envolvieron a un hombre llamado Petosiris. Fragmentos del lino se encuentran dispersos en museos y colecciones privadas de todo el mundo.
El fragmento de UC se originó en la colección de Charles Augustus Murray, cónsul general británico en Egipto de 1846 a 1853. Más tarde se convirtió en propiedad del funcionario británico Sir Thomas Phillips. La universidad adquirió la ropa de cama en una venta de Sotheby’s en Londres en 1972.
Prácticas funerarias del antiguo Egipto
La antigua creencia egipcia sostenía que los difuntos necesitaban posesiones mundanas en su viaje hacia y en la otra vida. El arte en pirámides y tumbas representaba escenas de ofrendas, suministros, sirvientes y otras necesidades para la otra vida.
Evolución de los textos funerarios
Los antiguos textos funerarios egipcios aparecieron por primera vez en las paredes de las tumbas durante el período del Imperio Antiguo (alrededor del 2613 al 2181 a. C.). Inicialmente, solo la realeza en la antigua necrópolis de Saqqara podía tener estos llamados Textos de las Pirámides inscritos en sus tumbas.
Con el tiempo, las costumbres funerarias cambiaron y las versiones de los Textos de los ataúdes, una adaptación posterior de los Textos de las pirámides, aparecieron en los sarcófagos de personas no reales. Durante el período del Imperio Nuevo (aproximadamente 1539 a 1075 a. C.), el «Libro de los Muertos» estuvo disponible para todos los que podían permitirse una copia.
Esperanza de más información
Los académicos esperan que los fragmentos recién unidos revelen más información sobre las antiguas prácticas funerarias egipcias. «La historia, como la mortaja, se está reconstruyendo lentamente», dice Terri Elder, curadora del Museo Teece.
La reunificación digital de estos fragmentos brinda a los investigadores una valiosa oportunidad de estudiar el «Libro de los Muertos» con mayor detalle y obtener información sobre las creencias y costumbres de la antigua sociedad egipcia.