Cómo cultivar pitaya en interiores: guía completa
Variedades para cultivo en interiores
La pitaya (Hylocereus undatus) es una planta de interior exótica de rápido crecimiento que produce frutos hermosos y deliciosos. Si bien puede alcanzar hasta 6 metros de altura en exteriores, varias variedades son adecuadas para el cultivo en interiores, como «Edgars Baby», «Alice», «Seoul Kitchen», «Yellow Dragon Fruit» y «Zamorano».
Condiciones de cultivo
Luz solar: La pitaya requiere de seis a ocho horas de pleno sol al día para desarrollar flores y frutos. El sol de la mañana de una ventana orientada al este y el sol de la tarde de una ventana orientada al oeste son ideales. Si es necesario, utiliza luz de cultivo suplementaria para imitar la luz solar intensa.
Temperatura: La temperatura ambiente ideal para la pitaya está entre 18 y 29 grados Celsius. Evita temperaturas superiores a 38 grados Celsius y mantén la planta alejada de ventanas frías durante el invierno.
Riego: Riega la pitaya con cuidado cuando la parte superior del suelo se sienta seca. Durante la temporada de crecimiento activo en verano, riega con más frecuencia. En otoño e invierno, reduce el riego para inducir la latencia de la planta.
Circulación de aire: La pitaya es una planta vigorosa que requiere buena circulación de aire para prevenir el crecimiento de hongos. Corta y aclara la planta al menos una vez al año para mejorar la circulación del aire.
Polinización
Algunas variedades de pitaya son autofértiles, mientras que otras requieren polinización cruzada manual. Si es necesaria la polinización manual, recoge el polen de la antera de una flor y aplícalo suavemente sobre el estigma de la flor que deseas polinizar.
Contenedor y tierra para macetas
Utiliza un contenedor de cinco galones que tenga al menos 25 a 30 centímetros de profundidad con orificios de drenaje adecuados. Se recomienda un material pesado como cerámica o terracota para mayor estabilidad. La pitaya requiere tierra para macetas rica en nutrientes, de neutra a ácida, no tierra para cactus. Agrega arena para mejorar el drenaje.
Poda y mantenimiento
Poda la planta para fomentar un solo tallo principal o unos pocos tallos más gruesos. Aclara las ramas laterales más pequeñas donde se desarrollarán las flores y los frutos. La poda mejora la circulación del aire y aumenta la calidad de los frutos.
Trasplante
Trasplanta cuando la planta se vuelve dependiente de las raíces. Las raíces son delicadas, así que manipúlalas con cuidado. Si es posible, trasplanta directamente a un recipiente grande (de 68 a 80 litros) para minimizar los trasplantes futuros.
Traslado al exterior
Una vez que haya pasado el peligro de las heladas, traslada la pitaya al exterior para el verano. Colócala en un lugar con sombra parcial o luz solar filtrada para evitar quemaduras solares y daños por calor. Riega con más frecuencia al aire libre.
Solución de problemas comunes
- Plagas: La pitaya es susceptible a plagas como pulgones, cochinillas y escamas. Trata con jabón insecticida o aceite de neem.
- Riego excesivo: La pitaya puede tolerar algunas condiciones secas pero es sensible al riego excesivo. Deja que la tierra se seque antes de volver a regar.
- Falta de luz solar: Si la planta no recibe suficiente luz solar, es posible que no produzca flores ni frutos. Proporciona luz adicional a través de luces de cultivo o mueve la planta a un lugar más soleado.
- Temperaturas extremas: La pitaya no tolera temperaturas inferiores a 18 grados Celsius ni superiores a 38 grados Celsius. Protege la planta de las heladas y del calor excesivo.
Consejos para un crecimiento óptimo
- Gira la planta regularmente para garantizar una exposición uniforme al sol en todos los lados.
- Utiliza un enrejado u otro soporte para ayudar a la planta a crecer erguida.
- Fertiliza la planta mensualmente con un fertilizante bajo en nitrógeno durante la temporada de crecimiento.
- Rocía la planta o colócala en una bandeja de humedad durante los meses secos de invierno.
- Cosecha la pitaya cuando esté de color rosa brillante para obtener el mejor sabor.