La honda de la sonda: cómo OSIRIS-REx utilizó la gravedad de la Tierra para impulsar su misión
La gravedad de la Tierra: un propulsor cósmico
En la inmensidad del espacio, las naves espaciales suelen depender de las asistencias gravitatorias, también conocidas como hondas, para ahorrar valioso combustible y navegar con eficacia. Aprovechando la atracción gravitatoria de los planetas, los satélites pueden alterar su trayectoria y ganar impulso sin gastar su propio propulsor.
OSIRIS-REx: una misión para estudiar el origen de la vida
La nave espacial OSIRIS-REx, lanzada por la NASA en 2016, se embarcó en una innovadora misión para estudiar el asteroide Bennu. Se cree que este cuerpo celeste de 1600 pies de ancho contiene pistas sobre el origen de la vida en la Tierra. Los científicos teorizan que las condritas carbonáceas, meteoritos que se formaron durante el nacimiento del sistema solar, trajeron agua y compuestos orgánicos a nuestro planeta, sembrando potencialmente la vida temprana.
Bennu: un objetivo rico en historia
La órbita de Bennu, que se asemeja mucho a la de la Tierra, lo convirtió en un objetivo ideal para OSIRIS-REx. Sin embargo, alcanzar el asteroide requería una cantidad significativa de combustible. Para conservar los recursos, los científicos idearon un plan para utilizar la gravedad de la Tierra como una honda.
La maniobra de la honda: una ejecución precisa
El viernes, OSIRIS-REx dio una vuelta alrededor de la Tierra, ganando un impulso significativo. La maniobra consistió en lanzar el satélite a aproximadamente 19.000 millas por hora hacia Bennu, aprovechando la atracción gravitatoria de la Tierra. Esta honda no solo impulsó a OSIRIS-REx hacia adelante, sino que también inclinó su trayectoria unos 6 grados, poniéndolo en el camino correcto para interceptar el asteroide.
Asistencia gravitatoria: una herramienta habitual en la exploración espacial
Los impulsos gravitatorios son una técnica habitual en la exploración espacial. Los satélites Voyager, por ejemplo, aprovecharon una alineación poco común de los planetas exteriores para ganar impulso de los cuatro gigantes gaseosos. Más cerca de casa, el satélite Juno recibió un impulso de velocidad de 8800 millas por hora al rodear la Tierra.
El encuentro de OSIRIS-REx con la Tierra
Mientras que Juno se acercó a solo 347 millas de la superficie de la Tierra durante su honda, OSIRIS-REx mantuvo una distancia segura, acercándose a unas 11.000 millas sobre la Antártida en su punto más cercano. El equipo del satélite está recopilando imágenes en línea de observadores que presenciaron el espectacular acontecimiento.
La importancia de la honda
La maniobra de la honda desempeñó un papel crucial en la misión de OSIRIS-REx. Conservó combustible, lo que permitió a la nave espacial embarcarse en su viaje a Bennu con mayor eficiencia. Durante el próximo año, OSIRIS-REx estudiará el asteroide, utilizando un chorro de gas para perturbar el polvo de su superficie y recopilar muestras para su regreso a la Tierra en 2023. Estas muestras tienen el potencial de desvelar secretos sobre el origen de la vida y la formación de nuestro sistema solar.