Temporada de huracanes: qué esperar y cómo prepararse
Día de apertura de la temporada de huracanes: optimismo cauteloso
El 1 de junio marcó el inicio oficial de la temporada de huracanes en Estados Unidos. Sin embargo, los meteorólogos están expresando un optimismo cauteloso de que esta temporada no verá una actividad significativa de huracanes. La NOAA y otros expertos anticipan que El Niño y las temperaturas más frías de la superficie del mar en el Atlántico ayudarán a suprimir la formación de tormentas.
Predicciones de la NOAA para la temporada de huracanes de 2014
La NOAA predice que la temporada de huracanes de 2014 traerá de 8 a 13 tormentas con nombre, de 3 a 6 huracanes y de 1 a 2 huracanes importantes. Estas predicciones se basan en datos históricos y condiciones climáticas actuales.
Temporada de huracanes del año pasado: un caso de exageración
Se predijo que la temporada de huracanes del año pasado sería particularmente activa, pero resultó ser una temporada relativamente tranquila. Ningún huracán tocó tierra en Estados Unidos y solo unas pocas tormentas tropicales causaron daños menores. Los científicos aún están tratando de determinar por qué las predicciones estaban tan lejos de la realidad.
La importancia de la preparación
A pesar del pronóstico optimista, los residentes costeros no deben volverse complacientes. Solo hace falta un huracán que toque tierra para convertirla en una temporada activa para un área en particular. El Departamento de Ciencias Atmosféricas de la Universidad Estatal de Colorado recuerda a los residentes que se preparen para cada temporada de huracanes, independientemente del nivel de actividad previsto.
El impacto de El Niño en la actividad de los huracanes
El Niño es un patrón climático que ocurre cada pocos años y provoca temperaturas de la superficie del mar más cálidas que el promedio en el Océano Pacífico. Estas temperaturas más cálidas pueden interrumpir la formación y el desarrollo de ciclones tropicales en el Atlántico.
Los peligros de los ciclones postropicales
Aunque ningún huracán importante (categoría 3 en adelante) ha tocado tierra en Estados Unidos desde 2005, las tormentas más pequeñas aún pueden tener un impacto significativo. En 2012, el huracán Sandy tocó tierra en Nueva Jersey como un «ciclón postropical» y causó daños por miles de millones de dólares. Los ciclones postropicales aún pueden traer vientos fuertes, fuertes lluvias y marejadas ciclónicas, lo que puede provocar inundaciones y otros peligros.
Preparación para la temporada de huracanes
Prepararse para la temporada de huracanes es esencial para las comunidades costeras. Aquí hay algunos pasos que los individuos pueden tomar para prepararse:
- Crea un plan de emergencia: Desarrolla un plan sobre qué hacer antes, durante y después de un huracán. Este plan debe incluir rutas de evacuación, ubicaciones de refugios e información de contacto para familiares y amigos.
- Reúne suministros de emergencia: Abastécete de alimentos no perecederos, agua, suministros de primeros auxilios y otros artículos esenciales.
- Asegura tu hogar: Refuerza las ventanas y puertas, y retira cualquier objeto suelto que pueda convertirse en proyectil con vientos fuertes.
- Mantente informado: Monitorea los pronósticos del tiempo y los avisos, y sigue las instrucciones de los funcionarios locales.
Mitigación de daños por tormentas
Hay varias medidas que las comunidades costeras pueden tomar para mitigar los daños por tormentas, que incluyen:
- Construcción de rompeolas y diques: Estas estructuras pueden ayudar a proteger las áreas costeras de las marejadas ciclónicas y las inundaciones.
- Restauración de humedales: Los humedales actúan como amortiguadores naturales contra las olas de tormenta y pueden ayudar a reducir la erosión.
- Reubicación de estructuras vulnerables: Alejar edificios e infraestructura de las áreas de alto riesgo puede ayudar a minimizar los daños causados por huracanes.
Resiliencia de la comunidad costera
Las comunidades costeras pueden aumentar su resiliencia a los huracanes invirtiendo en medidas de preparación y mitigación de desastres. Al trabajar juntas, las comunidades pueden reducir los riesgos asociados con los huracanes y proteger vidas y propiedades.
Respuesta y recuperación ante desastres
Los huracanes pueden causar daños y trastornos generalizados. Tras un huracán, es esencial que las comunidades respondan rápida y eficazmente. Los esfuerzos de respuesta ante desastres incluyen operaciones de búsqueda y rescate, proporcionar alimentos y refugio a los sobrevivientes y restaurar los servicios esenciales.
La recuperación de un huracán puede ser un proceso largo y desafiante. Las comunidades necesitan trabajar juntas para reconstruir la infraestructura, restaurar las empresas y brindar apoyo a quienes han sido afectados por la tormenta.