El oscuro secreto colonial de Bélgica: el robo de niños mestizos del Congo
Separación forzada y abuso
Durante el dominio colonial de Bélgica en la cuenca del río Congo, surgió una política siniestra: la retirada forzosa de niños mestizos de sus familias. Esta política tenía como objetivo asegurar la supremacía de los colonos blancos y mantener una estricta jerarquía racial.
Bajo este sistema, niños de hasta dos años de edad fueron separados de sus madres y colocados bajo el control del Estado, a menudo en instituciones religiosas. Estos niños enfrentaron violencia física, emocional y psicológica, incluido el trabajo forzado, las golpizas y la violencia sexual.
Los sobrevivientes hablan
Durante décadas, las historias de estos niños robados permanecieron ocultas. Pero en los últimos años, los sobrevivientes han comenzado a presentarse y a compartir sus desgarradoras experiencias.
Bitu Bingi, una mujer mestiza, recuerda vívidamente el día en que fue sacada de su aldea. «El hombre blanco alto… habló con uno de mis tíos, y más tarde, de regreso en la cabaña de mis abuelos, la niña de 4 años notó que un estado de ánimo sombrío se había apoderado de los adultos». Luego fue sacada a la fuerza y enviada a una misión católica.
Otra sobreviviente, Jacqui Goegebeur, fue separada de su familia y llevada a Bélgica cuando era bebé. «Estaba acostumbrada a la gente blanca», dijo. «Cuando llegué a Kigali, rodeada de gente negra, me sentí desorientada y profundamente sola».
La complicidad de la Iglesia
La Iglesia Católica jugó un papel clave en la retirada forzada y el abuso de niños mestizos. Las instituciones dirigidas por la Iglesia proporcionaron las instalaciones y el personal necesarios para implementar esta política inhumana.
«Sin la Iglesia, no habría sido posible implementar el sistema», dijo la abogada Michèle Hirsch, quien representa a un grupo de demandantes mestizos en una demanda contra el gobierno belga.
Ajuste de cuentas legal
En 2018, la Cámara de Representantes de Bélgica aprobó por unanimidad la Resolución Mestiza, reconociendo el papel del gobierno en la separación forzada de niños mestizos y ordenando un estudio exhaustivo de este oscuro capítulo.
Los sobrevivientes también han presentado una demanda civil contra el gobierno belga, alegando crímenes de lesa humanidad. Buscan reparaciones y una disculpa por los horrores que soportaron.
Ejemplos de Canadá y Australia
Bélgica no es el único país que lidia con el legado del colonialismo y la separación forzada de niños indígenas.
Canadá y Australia han reconocido y disculpado recientemente por políticas similares que resultaron en la expulsión de decenas de miles de niños indígenas de sus familias. Estos gobiernos también han brindado compensación a los sobrevivientes.
Sanación y reconciliación
Los sobrevivientes de los crímenes coloniales de Bélgica continúan buscando justicia y reconocimiento. Sus historias arrojan luz sobre un capítulo vergonzoso de la historia y exigen responsabilidad a los responsables.
«Si Bélgica no enfrenta esta historia», dijo Bitu Bingi, «el trauma se transmitirá de generación en generación. Lo hizo. Debe pagar».