El hermano Jonathan y el tío Sam: La evolución de los símbolos nacionales estadounidenses
El hermano Jonathan: El precursor del tío Sam
En los tumultuosos años de la Revolución Americana, surgió un travieso personaje de caricatura política para encarnar el espíritu de una nación joven y rebelde: el hermano Jonathan. Inspirado en Jonathan Trumbull, un asesor cercano de George Washington, el hermano Jonathan se convirtió en una mascota de guerra, que simbolizaba la energía advenediza de los primeros Estados Unidos.
Vestido con un sombrero colonial y una sonrisa pícara, el hermano Jonathan blandía una jarra de licor de pera mientras asaltaba a los casacas rojas británicos en caricaturas políticas. Su comportamiento descarado y juvenil reflejaba el propio sentido de desafío y determinación de la nación.
El ascenso del tío Sam
A medida que Estados Unidos maduraba, el hermano Jonathan se desvaneció gradualmente en la oscuridad, reemplazado por la figura que ahora conocemos como el tío Sam. Originalmente llamado así por un magnate de la carne del estado de Nueva York, el tío Sam ganó un amplio reconocimiento a través de los bocetos de Thomas Nast en Harper’s Weekly durante la Guerra Civil.
A diferencia del hermano Jonathan, que representaba a la ciudadanía, el tío Sam llegó a simbolizar el gobierno federal. Su rostro severo y su comportamiento digno eran más adecuados para unir a un país dividido y liderar a la nación a través de sus crecientes enredos extranjeros.
La evolución del tío Sam
A lo largo del siglo XX, el tío Sam continuó evolucionando, reflejando la naturaleza cambiante de Estados Unidos. Durante la Primera y Segunda Guerra Mundial, se convirtió en un duro reclutador militar, que encarnaba la determinación y la fuerza de la nación. En la era de la posguerra, su rostro severo siguió siendo un símbolo de la autoridad del gobierno, particularmente durante la temporada de impuestos.
El debate sobre un tío Sam multirracial
En los últimos años, ha habido una conversación en curso entre historiadores y archiveros sobre si es hora de que el tío Sam reciba otro cambio de imagen. Algunos argumentan que ya no representa adecuadamente la diversidad del pueblo estadounidense.
Como dice Claire Jerry, curadora del Museo Nacional de Historia Estadounidense: «¿Puede el tío Sam simbolizar de hecho a todo el país?» Una posible respuesta es retratar al tío Sam como multirracial, reflejando la creciente diversidad de los Estados Unidos.
El legado perdurable del tío Sam
A pesar del debate sobre su futuro, el tío Sam sigue siendo un símbolo perdurable de la identidad estadounidense. Ha representado a la nación a través de guerras, crisis económicas y trastornos sociales. Su evolución a lo largo del tiempo refleja la naturaleza cambiante de los propios Estados Unidos.
Desde el pícaro hermano Jonathan hasta el severo y autoritario tío Sam, estos símbolos nacionales han desempeñado un papel vital en la configuración de la identidad estadounidense y en el fomento de un sentido de unidad y propósito.