Estado de la relación y sesgo
Cómo nuestro estado civil influye en nuestras percepciones y comportamientos
Nuestro estado civil, ya sea soltero o en pareja, tiene un impacto significativo en la forma en que vemos el mundo e interactuamos con los demás. Las investigaciones han demostrado que las personas tienden a creer que su propio estado civil es superior, independientemente de su nivel real de felicidad. Este sesgo puede llevar al juicio e incluso a la lástima hacia quienes toman decisiones diferentes.
La influencia del estado civil en el sesgo
Los estudios han encontrado que las personas que están en relaciones estables tienen más probabilidades de idealizar su propio estilo de vida y juzgar a quienes están solteros o en diferentes tipos de relaciones. Este sesgo se extiende más allá de las relaciones románticas a otras áreas de la vida, como el trabajo y la política. Por ejemplo, las personas en relaciones comprometidas pueden ser más propensas a votar por candidatos políticos que también están en relaciones comprometidas, y pueden ser más propensas a ver a los candidatos a un trabajo que están en relaciones comprometidas como más responsables y confiables.
El papel de la felicidad y la estabilidad
Curiosamente, el sesgo hacia nuestro propio estado civil sigue siendo cierto independientemente de nuestro nivel personal de felicidad. Incluso si no somos felices en nuestra relación actual, aún podemos creer que nuestra forma de vida es mejor que la de los demás. Además, cuanto más estable percibimos que es nuestro estado civil, más probabilidades tenemos de idealizarlo y juzgar a otros que toman decisiones diferentes.
El impacto en las interacciones sociales
Este sesgo puede tener un impacto significativo en nuestras interacciones sociales. En lugar de simplemente reconocer que diferentes estados civiles tienen diferentes beneficios e inconvenientes, a menudo nos convertimos en evangelistas de nuestros propios estilos de vida. Podemos intentar convencer a nuestros amigos solteros de que deberían estar en una relación, o podemos apiadarnos de nuestros amigos emparejados por renunciar a su libertad. Esto puede llevar a malentendidos y conflictos, ya que las personas pueden sentir que sus elecciones están siendo criticadas o descartadas.
Las implicaciones legales
Es importante señalar que discriminar a alguien por su estado civil es ilegal. Los empleadores no pueden tomar decisiones de contratación basadas en si alguien está casado o en una relación. Además, es ilegal negarle a alguien vivienda u otros servicios debido a su estado civil.
Superar el sesgo
Reconocer nuestros propios sesgos es el primer paso para superarlos. Una vez que somos conscientes de nuestra tendencia a juzgar a los demás en función de su estado civil, podemos hacer un esfuerzo consciente para ser más abiertos y aceptar. También podemos desafiar nuestras propias suposiciones sobre lo que constituye una «buena» o «mala» relación.
Conclusión
Nuestro estado civil es un aspecto complejo y multifacético de nuestra identidad. Puede influir en nuestros pensamientos, sentimientos y comportamientos de diversas maneras. Al comprender los sesgos que pueden surgir de nuestro estado civil, podemos trabajar para superarlos y crear comunidades más inclusivas y comprensivas.