Termópilas: un campo de batalla de leyendas y saboteadores
Importancia estratégica de Termópilas
Termópilas, un estrecho paso ubicado sobre el golfo Maliaco de Grecia, ha desempeñado un papel fundamental en la historia militar. Su importancia estratégica radica en su capacidad para controlar el acceso a puertos mediterráneos vitales y a las ricas ciudades de Grecia.
Batalla antigua de Termópilas
En el año 480 a. C., el rey Leónidas y su legendaria banda de 300 espartanos hicieron su última resistencia en las Termópilas contra el ejército persa invasor. A pesar de ser superados en número, los espartanos resistieron a los persas durante varios días, utilizando el terreno único de las Termópilas a su favor.
Misión de sabotaje de la Segunda Guerra Mundial
Casi 2500 años después, las Termópilas volvieron a convertirse en el escenario de una audaz operación militar. En 1943, saboteadores del Ejecutivo de Operaciones Especiales británico liderados por el brigadier Eddie Myers se lanzaron en paracaídas sobre la Grecia ocupada por el Eje con la misión de interrumpir las líneas de suministro enemigas.
Objetivo: viaducto de Asopos
El objetivo principal de los saboteadores era el viaducto de Asopos, un puente ferroviario vital que transportaba vías férreas a través de un profundo desfiladero. El puente estaba fuertemente custodiado por soldados alemanes, lo que hacía imposible un asalto directo.
Descenso por el desfiladero de Asopos
Reconociendo que el sigilo era crucial, los saboteadores planearon descender por el traicionero desfiladero de Asopos, un barranco estrecho y helado que conducía a la puerta trasera del viaducto. El desfiladero era tan peligroso que se consideraba «prácticamente imposible» descender.
Superando desafíos
A pesar de los formidables desafíos, los saboteadores siguieron adelante. Vadearon agua helada, hicieron rappel en cascadas y construyeron puentes de cuerda improvisados. Su determinación y resistencia les permitieron superar obstáculos aparentemente insuperables.
Preparación para la demolición
Una vez que los saboteadores llegaron al fondo del desfiladero, se enfrentaron a la tarea de trasladar explosivos y otros suministros a su posición. Utilizaron técnicas de cuerdas para mantener los explosivos secos y prepararlos para su uso.
Ataque final
El 19 de junio de 1943, los saboteadores salieron del desfiladero y comenzaron a colocar explosivos en los pilares principales del puente. Trabajando al amparo de la oscuridad, lograron colocar cargas en cuatro pilares y agregaron mechas de tiempo para asegurar la detonación.
Éxito e impacto
A medianoche, las mechas de tiempo fueron aplastadas, dando a los saboteadores 90 minutos para retirarse a una distancia segura. Los explosivos detonaron con un rugido ensordecedor, colapsando el arco central del viaducto en el desfiladero.
La destrucción del viaducto de Asopo interrumpió significativamente las líneas de suministro del Eje y retrasó la reapertura del ferrocarril durante cuatro meses. Este éxito jugó un papel crucial en la invasión aliada de Sicilia y la eventual liberación de Europa.
Legado de las Termópilas
Las Termópilas han sido testigos de innumerables batallas a lo largo de la historia, ganándose su reputación como un campo de batalla. La legendaria resistencia de Leónidas y la audaz misión de sabotaje de Eddie Myers y su equipo son testimonio de la importancia estratégica de este estrecho paso y del espíritu indomable de quienes lucharon allí.