Las proteínas revelan historias ocultas en el registro de defunciones por peste de 1630
Análisis de proteínas de documentos históricos
Durante siglos, la peste asoló Europa, dejando devastación a su paso. Ahora, los científicos han descubierto una técnica innovadora para extraer proteínas de documentos históricos, arrojando nueva luz sobre las vidas de quienes vivieron durante estos tiempos tumultuosos.
Tecnología proteómica
La proteómica, el estudio de las proteínas, ha revolucionado el análisis de artefactos históricos. A diferencia del ADN, que puede degradarse con el tiempo, las proteínas son más estables y pueden proporcionar información valiosa sobre el entorno y las personas que manipularon los documentos.
Discos de EVA y extracción de proteínas
Los investigadores han desarrollado discos de acetato de etilvinilo (EVA) que se pueden colocar en documentos basados en papel para extraer fragmentos de proteínas. Estos fragmentos luego se analizan utilizando espectrometría de masas, que identifica las proteínas y sus fuentes.
Registro de defunciones por peste de Milán de 1630
En un estudio innovador, los científicos aplicaron la proteómica al registro de defunciones por peste de Milán de 1630. Este meticuloso registro contenía los nombres y edades de las personas que perecieron durante el devastador brote.
Condiciones ambientales
Al analizar las proteínas presentes en el registro, los investigadores obtuvieron información sobre las condiciones ambientales durante la peste. Identificaron la presencia de roedores, bacterias y las fuentes de alimentos consumidas por los escribas y otras personas que manipularon el documento.
Dieta de los escribas y presencia animal
El análisis de proteínas reveló que los escribas consumían principalmente maíz, papas, garbanzos, arroz y zanahorias. La presencia de proteínas de ovejas y cabras sugirió que estos animales se mantenían dentro del lazareto de cuarentena, posiblemente para proporcionar sustento a los bebés cuyas madres habían sucumbido a la peste.
Contaminación bacteriana
Los investigadores también identificaron proteínas pertenecientes a la familia de bacterias Yersinia, que incluye la bacteria de la peste bubónica. Sin embargo, señalaron que estas proteínas también podrían pertenecer a otras especies de Yersinia que no son dañinas para los humanos.
Desafíos y oportunidades
Si bien la proteómica ofrece posibilidades emocionantes para la investigación histórica, también presenta desafíos. Identificar secuencias de proteínas puede ser complejo y la contaminación de fuentes modernas puede ser una preocupación. Sin embargo, los investigadores creen que esta tecnología tiene el potencial de desbloquear historias ocultas de innumerables documentos históricos.
Importancia para los historiadores
El análisis proteómico del registro de defunciones por peste de Milán de 1630 proporciona información valiosa sobre las vidas de quienes soportaron este devastador brote. Reconstruye las condiciones ambientales, arroja luz sobre la dieta y la presencia animal, y revela los desafíos que enfrentaron las personas durante una época de gran agitación.
Aplicaciones en la investigación del patrimonio cultural
Más allá del estudio de la peste, la proteómica tiene aplicaciones de gran alcance en la investigación del patrimonio cultural. Se puede utilizar para investigar los documentos originales de los autores, determinar la presencia de medicamentos o afecciones médicas en el momento de la redacción y descubrir información oculta en manuscritos medievales.
Revelando el pasado
A medida que los investigadores continúen refinando la tecnología proteómica, podemos esperar obtener una comprensión aún más profunda del pasado. Al analizar las proteínas incrustadas en documentos históricos, podemos reconstruir las vidas, los entornos y las experiencias de quienes nos precedieron, enriqueciendo nuestro conocimiento de la historia humana.