Astrónomo aficionado descubre un satélite perdido hace mucho tiempo de la NASA
En un notable giro de los acontecimientos, un astrónomo aficionado se ha topado con un satélite perdido hace mucho tiempo de la NASA que había estado desaparecido durante más de una década. El satélite, conocido como IMAGE (Imager for Magnetopause-to-Aurora Global Exploration), se lanzó originalmente en 2000 para estudiar la interacción entre el viento solar y la magnetosfera de la Tierra. Sin embargo, IMAGE dejó de emitir señales en 2005 y la NASA lo declaró oficialmente perdido.
Descubrimiento de Scott Tilley
El astrónomo aficionado responsable de redescubrir IMAGE es Scott Tilley, un radioastrónomo con un gran interés en los satélites espía. Mientras buscaba el satélite clasificado Zuma que había desaparecido recientemente, Tilley detectó una señal del satélite 2000-017A, 26113, el distintivo de llamada de IMAGE. Tilley anunció sus hallazgos en su blog, Riddles In the Sky, el 21 de enero de 2023.
Esperanzas de la NASA para IMAGE
Los científicos de la NASA se alegraron al enterarse del descubrimiento de Tilley y ahora tienen la esperanza de poder restablecer el contacto con IMAGE e incluso revivirlo. El satélite lleva instrumentos únicos que pueden proporcionar datos valiosos sobre el viento solar y su impacto en la magnetosfera de la Tierra. Esta información es crucial para comprender y pronosticar el clima espacial, que puede interrumpir los sistemas de comunicación, las redes eléctricas y otras infraestructuras.
La importancia del rastreo de satélites
El descubrimiento de Tilley destaca el importante papel que desempeñan los rastreadores de satélites aficionados en la exploración espacial. Al monitorear las señales de los satélites y compartir sus datos, estos aficionados pueden ayudar a la NASA y a otras agencias espaciales a localizar satélites perdidos, rastrear misiones activas e identificar posibles amenazas.
Los desafíos de la recuperación de satélites
Revivir un satélite perdido no es tarea fácil. IMAGE ha estado fuera de servicio durante más de 15 años y sus sistemas pueden haberse degradado significativamente. Los ingenieros de la NASA deberán evaluar cuidadosamente el estado del satélite y determinar si es factible restaurar su funcionalidad.
Fallo de alimentación y mal funcionamiento del transpondedor
La falla original que provocó que IMAGE dejara de emitir señales fue un controlador de potencia de estado sólido disparado, que alimenta el transpondedor utilizado para comunicarse con el control terrestre. Esto esencialmente fundió un fusible, impidiendo que el transpondedor volviera a encenderse.
Temporada de eclipses y reinicios de satélites
Los satélites pueden entrar en modo de hibernación durante la temporada de eclipses, cuando pasan a través de la sombra de la Tierra y sus baterías de energía solar se agotan. Cuando salen de la temporada de eclipses, los satélites normalmente se reinician. La NASA esperaba que un reinicio durante una de estas temporadas de eclipses restableciera la energía al transpondedor de IMAGE, pero ese intento no tuvo éxito.
Recuperaciones históricas de satélites de la NASA
Esta no es la primera vez que la NASA logra recuperar un satélite perdido hace mucho tiempo. En 2016, la agencia restableció contacto con la nave espacial Solar and Terrestrial Relations Observatory: STEREO-B, que había estado desaparecida durante casi dos años. STEREO-B finalmente se perdió de nuevo, pero su recuperación demostró que es posible revivir incluso satélites aparentemente perdidos.
El futuro de IMAGE
La NASA es cautelosamente optimista sobre la posibilidad de restaurar IMAGE a pleno funcionamiento. Las capacidades únicas del satélite podrían proporcionar información invaluable sobre la dinámica de la magnetosfera de la Tierra y mejorar nuestra capacidad para pronosticar el clima espacial. Los ingenieros están trabajando actualmente para restablecer la comunicación con IMAGE y evaluar su estado. Si tiene éxito, la recuperación de IMAGE sería una gran victoria para la NASA y un testimonio de la dedicación e ingenio tanto de los astrónomos profesionales como de los aficionados.