Harriet Tubman y Frederick Douglass honrados con estatuas en la Casa del Estado de Maryland
Contexto histórico
En noviembre de 1864, la Casa del Estado de Maryland fue testigo de un momento crucial cuando los legisladores ratificaron una nueva constitución que abolía la esclavitud. Más de 150 años después, el capitolio estatal dio a conocer estatuas de bronce de dos abolicionistas de renombre: Harriet Tubman y Frederick Douglass.
Harriet Tubman: La conductora del ferrocarril subterráneo
Nacida en la esclavitud en Maryland en 1820, Harriet Tubman escapó a la libertad en Filadelfia en 1849. Sin inmutarse por los riesgos, hizo múltiples viajes de regreso a Maryland, guiando a unos 70 esclavos hacia la libertad a través del Ferrocarril Subterráneo.
Frederick Douglass: El orador y abolicionista
Frederick Douglass, nacido en 1818 en la costa este de Maryland, huyó al Norte en 1838. Se convirtió en un poderoso orador a favor de la abolición, lanzó un periódico antiesclavista y escribió una autobiografía que influyó en gran medida en el movimiento abolicionista.
El significado de las estatuas
Las estatuas de Harriet Tubman y Frederick Douglass están instaladas en la Cámara de la Antigua Casa de la Casa del Estado de Maryland, la misma sala donde se abolió la esclavitud. Representan a Tubman y Douglass como podrían haber aparecido en ese día trascendental.
Las estatuas sirven como un recordatorio de que la lucha por la justicia y la igualdad está en curso. Desafían el «sabor pro-sureño» de la Casa del Estado y la presencia persistente de marcadores controvertidos que honran a los soldados confederados.
La eliminación de la estatua de Roger B. Taney
En 2017, la estatua de Roger B. Taney, quien escribió la infame decisión de Dred Scott que negaba la ciudadanía a los afroamericanos, fue retirada de los terrenos de la Casa del Estado. Sin embargo, permanecen otros marcadores controvertidos, incluida una placa que conmemora tanto a los soldados de la Unión como a los confederados en la Guerra Civil.
El legado del abolicionismo
Las estatuas de Harriet Tubman y Frederick Douglass no son meros artefactos históricos. Representan la lucha continua contra la opresión y el poder de los individuos para marcar la diferencia.
La importancia del arte público
Las nuevas estatuas en la Casa del Estado de Maryland sirven como una poderosa forma de arte público. Educan al público sobre la historia del abolicionismo, inspiran el activismo y promueven la justicia social y la igualdad.
La perspectiva del escultor
Ivan Schwartz, el escultor que creó las estatuas, cree que «comienza a abrir una habitación con una vista diferente». Las estatuas desafían las narrativas tradicionales de la historia de Maryland y fomentan una comprensión más inclusiva y precisa del pasado.
El futuro de la Casa del Estado
La inauguración de las estatuas de Harriet Tubman y Frederick Douglass marca un punto de inflexión para la Casa del Estado de Maryland. Es un paso hacia el reconocimiento de las contribuciones de los abolicionistas y la promoción de una sociedad más justa y equitativa.
Las estatuas sirven como un recordatorio de que la lucha por la libertad y la igualdad nunca termina realmente. Nos inspiran a continuar el trabajo de Harriet Tubman y Frederick Douglass y a luchar por un futuro mejor para todos.