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La claraboya de la tortuga laúd: una adaptación única para detectar la luz ambiental

by Rosa

La claraboya de la tortuga laúd: una adaptación única para detectar la luz ambiental

Introducción

Los animales con poca visión han evolucionado adaptaciones únicas para ver en ambientes oscuros. Una de esas adaptaciones es la claraboya de la tortuga laúd, un área inusualmente delgada de hueso en la parte superior de su cráneo. Esta claraboya permite que la luz llegue a la glándula pineal de la tortuga, una estructura que regula el sueño y otras actividades cíclicas.

La glándula pineal y la luz ambiental

En la mayoría de los vertebrados, la glándula pineal utiliza la luz ambiental para regular el sueño y otras actividades cíclicas. Sin embargo, en algunas especies, como los reptiles y los anfibios, la glándula pineal ha evolucionado hasta convertirse en un tercer ojo, completo con lente y retina. Este tercer ojo se utiliza para medir la luz del día y determinar la hora del día.

La claraboya de la tortuga laúd

La tortuga laúd es el único animal conocido que tiene una claraboya en lugar de un tercer ojo. La claraboya está situada en la parte superior del cráneo de la tortuga, justo debajo de una mancha de piel sin pigmentar. Esto permite que la luz penetre directamente en la glándula pineal.

Equilux y migración

La tortuga laúd utiliza su claraboya para detectar cambios en la luz de onda larga. Esta información le permite a la tortuga calcular el «equilux», el día en que la puesta y la salida del sol están separadas exactamente por 12 horas. Esta es una señal más fiable para la migración que la temperatura del agua o la intensidad de la luz. Las tortugas laúd que se alimentan en el Atlántico Norte utilizan el equilux para saber cuándo dirigirse hacia el sur cada otoño.

Otros animales con fotorreceptores

La evolución ha equipado a muchos animales con fotorreceptores en varias partes de sus cuerpos para responder a la luz. Por ejemplo, algunas serpientes marinas tienen fotorreceptores en sus colas para asegurarse de que entran completamente en las cuevas cuando se esconden. Ciertas mariposas tienen células sensibles a la luz en sus genitales masculinos para evitar eyacular al aire libre. Algunos corales realizan ciclos de reproducción basados en la cantidad de luz azul durante la segunda luna llena de la primavera.

Conclusión

La claraboya de la tortuga laúd es una adaptación notable que le permite detectar la luz ambiental y determinar la hora del día. Esta información es crucial para la supervivencia de la tortuga, ya que la utiliza para regular los patrones de sueño y migración. El descubrimiento de la claraboya pone de relieve las diversas e ingeniosas formas en que los animales han evolucionado para percibir y responder a su entorno.

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