Cómo construyen las hormigas de fuego notables torres retorciéndose
Revelando los secretos de las torres de hormigas de fuego
Las hormigas de fuego, reconocidas por su resistencia y adaptabilidad, poseen una extraordinaria capacidad para construir torres retorciéndose que sirven como refugios temporales. Estas torres, que pueden alcanzar alturas de más de 30 hormigas, son hazañas de ingeniería que han intrigado a los científicos durante décadas.
Descubrimiento accidental: el movimiento constante de la torre
Un equipo de investigadores del Instituto de Tecnología de Georgia se topó con un descubrimiento notable mientras estudiaban hormigas de fuego construyendo una torre. Con la intención inicial de grabar solo dos horas del proceso, su cámara capturó inadvertidamente tres horas de metraje.
Mientras revisaban las imágenes, notaron un fenómeno inesperado: la torre estaba en constante movimiento, aunque lento. La columna de hormigas se hundió lentamente, asemejándose a mantequilla derretida.
Videografía de rayos X: iluminación de la dinámica de la torre
Para profundizar en la dinámica de la torre, los investigadores alimentaron a algunas de las hormigas con agua mezclada con yodo radiactivo. Usando videografía de rayos X, confirmaron que las hormigas en el exterior de la torre estaban trepando, mientras que la masa con forma de torre Eiffel se hundía gradualmente.
Reglas de comportamiento: el código de construcción de las hormigas
A diferencia de los humanos, las hormigas de fuego no dependen de planes complejos o liderazgo para construir sus torres. En cambio, siguen un conjunto de reglas de comportamiento simples, similares a las que usan para construir balsas.
Cada hormiga se arrastra a lo largo de los cuerpos de sus compañeros hasta que encuentra un lugar abierto, luego se une a la torre. A medida que todas las hormigas siguen estas reglas, forman colectivamente la torre, con una base gruesa que gradualmente se estrecha hacia la parte superior.
Estructura que se hunde: un equilibrio dinámico
El hundimiento de la torre ocurre porque las hormigas en la parte inferior eventualmente sucumben al peso de la estructura. Abandonan su posición, trepan por los lados y encuentran un nuevo lugar en la parte superior. Este proceso se repite continuamente, reconstruyendo la torre desde abajo hacia arriba.
«El resto de la torre se está hundiendo gradualmente, mientras que las hormigas en la parte superior continúan construyéndola cada vez más alto», dijo el investigador Craig Tovey. «Es algo gracioso».
Tolerancia de peso: hormigas como soportes estructurales
En otro experimento, los investigadores colocaron láminas de plástico transparente sobre las hormigas. Descubrieron que las hormigas podían tolerar aproximadamente 750 veces su propio peso corporal. Sin embargo, en la práctica, las hormigas preferían soportar el peso de solo tres compañeros. Si el peso excedía este umbral, abandonarían su posición en la torre.
Puentes de hormigas: cruzar abismos con trabajo en equipo
Las hormigas de fuego también exhiben un notable trabajo en equipo en la construcción de puentes para cruzar abismos. Estos puentes les permiten superar obstáculos y llegar a nuevos territorios.
Implicaciones para robots modulares
Los investigadores creen que estudiar el comportamiento de las hormigas de fuego podría proporcionar información valiosa para diseñar robots modulares. Estos robots podrían usar reglas de comportamiento simples para trabajar juntos, realizando tareas como moverse a través de espacios reducidos en edificios derrumbados durante misiones de búsqueda y rescate.
Al igual que las hormigas, podrían ensamblarse para cruzar brechas o formar torres para escalar obstáculos. Al aprovechar los principios del comportamiento de las hormigas de fuego, los robots modulares podrían volverse más versátiles y efectivos en diversas aplicaciones.