El último vuelo del piloto de la Segunda Guerra Mundial: desentrañando el misterio en la bahía de Chesapeake
La desaparición
En un fatídico día de marzo de 1945, el teniente de grado menor David L. Mandt se embarcó en una misión fatídica desde la Estación Aérea Naval de Patuxent River en Maryland. Pilotando un caza Bearcat XF8F-1, despegó para una misión de prueba de artillería sobre la bahía de Chesapeake. Sin embargo, a las 15:45 horas, Mandt había desaparecido. Los equipos de búsqueda enviados a la zona descubrieron una mancha de petróleo y restos, incluido un cojín de asiento con el nombre de Mandt garabateado en él.
Avance arqueológico
Décadas más tarde, los arqueólogos del Instituto de Historia Marítima (IMH) y el Comando de Historia y Patrimonio Naval (NHHC) lanzaron una investigación utilizando estudios de sonar. En 2010, el arqueólogo Dan Lynberg descendió al fondo de la bahía y examinó un objeto que parecía ser un avión. A pesar de estar cubierto de escombros, Lynberg lo identificó como un avión de combate militar o acrobático basándose en la estructura de sus alas. Sin embargo, la cabina estaba llena de sedimentos y las fotografías no se revelaron.
Surgen más pruebas
Las visitas posteriores de los arqueólogos del IMH y el NHHC revelaron más pistas. La forma de las tomas de aire, la ubicación de la lente de la cámara del cañón y la envergadura apuntaban hacia el avión hundido que era el Bearcat de Mandt. Sin embargo, la prueba definitiva siguió siendo esquiva. Para verificar la identidad del naufragio, los buzos necesitaban excavar la cabina y encontrar una placa de datos de metal con el número de oficina del avión.
El legado del piloto
David L. Mandt fue un piloto condecorado que participó en nueve operaciones basadas en portaaviones durante la Segunda Guerra Mundial. Derribó dos aviones japoneses sobre Nueva Irlanda y ganó póstumamente la Medalla Aérea por su servicio. Su trágica desaparición interrumpió una carrera prometedora y dejó un vacío en la vida de su familia y compañeros.
Resolviendo el misterio
Los investigadores lucharon por determinar la causa del accidente de Mandt debido a la falta de testigos y evidencia física. Sin embargo, el tamaño de la mancha de petróleo y el descubrimiento de una parte separada del motor sugirieron una colisión violenta. El arqueólogo del NHHC, George Schwarz, notó la inusual integridad del naufragio, proporcionando características valiosas para su identificación.
Investigaciones futuras
La Marina planea regresar al sitio en primavera para buscar la placa de datos de la cabina. Si tiene éxito, confirmaría de manera concluyente la identidad del naufragio como el Bearcat de Mandt. Este descubrimiento tan esperado no solo resolvería un misterio marítimo de décadas, sino que también arrojaría luz sobre las circunstancias que rodearon la heroica misión final de Mandt.
Preservando la historia
La búsqueda del avión de Mandt es un testimonio de la importancia de preservar los artefactos históricos de los conflictos militares. Estas reliquias sirven como recordatorios tangibles de los sacrificios hechos por quienes sirvieron a su país y brindan información valiosa sobre eventos pasados. Al desentrañar el misterio del último vuelo de Mandt, honramos su legado y contribuimos a la memoria colectiva de la Segunda Guerra Mundial.