Afganistán de Steve McCurry: El viaje de un fotógrafo
Primeros encuentros
En 1979, en vísperas de la invasión soviética, Steve McCurry se aventuró por primera vez en Afganistán, disfrazado de miembro de una tribu nativa. Regresó en 1992, después de que los soviéticos se hubieran retirado, para documentar el despertar del país. Kabul, la capital, era una ciudad de contrastes, donde la vestimenta tradicional se mezclaba con las modernas zapatillas para correr.
El Chevy amarillo
Un día, McCurry vio algo inusual: un taxi Chevy antiguo, una reliquia de 1959. El coche, pintado de un amarillo vibrante, circulaba por las descoloridas calles, llevando una carga de pasajeros. McCurry quedó impresionado por la incongruencia de este icono estadounidense en la ciudad devastada por la guerra.
Niños de Kabul
En el maletero del Chevy, McCurry se fijó en un grupo de jóvenes niños hazara, una minoría musulmana chiíta a menudo marginada en Afganistán. Los niños volvían a casa de la escuela, sus rostros reflejaban una mezcla de inocencia y resistencia. McCurry capturó este momento en una fotografía que se convertiría en una de sus imágenes más icónicas.
Comunidad hazara
La comunidad hazara se ha enfrentado a la discriminación y la persecución a lo largo de la historia de Afganistán. A pesar de su resistencia, a menudo han sido objeto de burlas y prejuicios por parte de otros grupos étnicos. La fotografía de McCurry pone de relieve los desafíos a los que se enfrenta esta comunidad minoritaria.
Guerra y conflicto
McCurry ha sido testigo de Afganistán durante décadas de guerra y conflicto. Ha viajado con combatientes muyahidines, señores de la guerra y tropas estadounidenses, documentando el costo humano de la guerra. En 1992, durante un ataque con cohetes en Kabul, buscó refugio en un manicomio, donde encontró pacientes aterrorizados y ajenos al caos del exterior.
Gobierno de los talibanes e intervención estadounidense
Tras la retirada soviética, Afganistán cayó en una guerra civil y los talibanes finalmente tomaron el control. McCurry regresó al país tras la caída de los talibanes, siendo testigo de los desafíos de la reconstrucción y la reconciliación. También ha documentado la actual intervención estadounidense en Afganistán, que ha traído tanto esperanza como incertidumbre al país.
El Afganistán en constante cambio
McCurry ha visto a Afganistán a través de innumerables transformaciones. Desde la invasión soviética hasta el régimen talibán y la presencia estadounidense, el país ha experimentado cambios dramáticos. Las fotografías de McCurry capturan estos momentos de agitación y transición, ofreciendo una visión de la resistencia y adaptabilidad del pueblo afgano.
El poder de la fotografía
El trabajo de McCurry ha desempeñado un papel vital en la configuración de nuestra comprensión de Afganistán. Sus fotografías han capturado la belleza y la tragedia del país, poniendo de relieve las historias humanas que hay detrás de los titulares. A través de su lente, somos testigos de la resistencia del pueblo afgano, sus luchas y sus esperanzas de futuro.