Cómo limpiar ladrillos dentro y fuera de tu hogar
Limpieza de ladrillos interiores
El ladrillo es un material duradero que puede agregar carácter y calidez al interior de tu hogar. Sin embargo, como todas las superficies, puede acumular suciedad y polvo con el tiempo. Para mantener tus ladrillos interiores luciendo lo mejor posible, sigue estos pasos:
- Despeja el área: Retira todos los muebles y artículos de la habitación o área donde vas a limpiar.
- Aspira o barre: Usa una aspiradora o una escoba para eliminar cualquier polvo suelto o escombros de la superficie del ladrillo.
- Prepara la solución de limpieza: Mezcla unas gotas de jabón para platos en un balde de agua tibia.
- Rocía la solución de limpieza: Usando una botella rociadora, aplica generosamente la solución de limpieza a la superficie del ladrillo. Déjala reposar durante unos minutos para permitir que la solución penetre en los poros del ladrillo.
- Frota las manchas: Para cualquier mancha o suciedad rebelde, usa un cepillo de cerdas de nailon para frotar suavemente el área.
- Enjuaga el ladrillo: Usa una esponja o un paño limpio para limpiar la superficie del ladrillo con agua tibia para eliminar la solución de limpieza y cualquier suciedad suelta.
Limpieza de ladrillos exteriores
Los ladrillos exteriores están expuestos a los elementos y pueden ensuciarse y mancharse con el tiempo. Para limpiar ladrillos exteriores, necesitarás una hidrolavadora.
Seguridad primero: Antes de comenzar, verifica si hay grietas o huecos en el ladrillo. El lavado a presión puede dañar aún más el ladrillo debilitado, por lo que es importante reparar cualquier problema antes de limpiar.
Materiales:
- Hidrolavadora
- Blanqueador
- Esponja para lechada
- Cepillo de cerdas de nailon
Instrucciones:
- Protege las ventanas y los elementos eléctricos: Sella todas las ventanas y cubre los enchufes eléctricos con cinta adhesiva para evitar daños por agua.
- Cubre las plantas y los arbustos: Usa una lona para cubrir cualquier planta o arbusto cerca del área que vas a limpiar para protegerlos de los químicos.
- Comienza con baja presión: Comienza lavando todo el exterior con baja presión para aflojar la suciedad y los escombros.
- Aplica la solución de limpieza: Mezcla blanqueador y agua en un balde. Sumerge la esponja para lechada en la solución y aplícala a la superficie del ladrillo. Déjala reposar durante unos minutos para permitir que el blanqueador haga su magia.
- Frota las manchas difíciles: Si estás limpiando un área que no recibe mucha luz solar, puedes encontrar musgo o moho. Usa el cepillo de cerdas de nailon para frotar estas áreas después de que la solución de limpieza haya tenido tiempo de actuar.
- Enjuaga el ladrillo: Enciende nuevamente la hidrolavadora a baja presión y enjuaga el ladrillo de arriba hacia abajo. Esto ayudará a eliminar la solución de limpieza y cualquier suciedad suelta.
Consejos adicionales
- Inspecciona tus ladrillos regularmente para detectar grietas o daños.
- Limpia tus ladrillos cada seis meses a un año para evitar la acumulación de suciedad y mugre.
- Aspira o barre los ladrillos interiores regularmente para mantenerlos limpios y libres de polvo.
- Para los ladrillos exteriores, elimina cualquier crecimiento excesivo de musgo o plantas para evitar daños.
Cuándo llamar a un profesional
Si tienes una casa histórica con exterior de ladrillo, es mejor llamar a una empresa de limpieza profesional. El mortero utilizado en las casas antiguas es más suave que el mortero moderno y requiere técnicas de limpieza especializadas.