Por qué las videollamadas son sorprendentemente agotadoras
La agotadora naturaleza de las videollamadas
Las videollamadas se han vuelto omnipresentes en nuestro trabajo remoto y vida social. Sin embargo, muchas personas han notado que estas interacciones virtuales pueden ser sorprendentemente agotadoras. Expresarse e intentar leer los rostros de los demás en una cuadrícula de transmisiones de video es una tarea agotadora.
Reducción de las señales no verbales
Las videollamadas eliminan varias señales no verbales de las que los humanos dependen para comunicarse. Las microexpresiones, el lenguaje corporal y el contacto visual suelen ser difíciles de percibir en video. Esto dificulta la transmisión eficaz de emociones, intenciones y señales sociales.
La presión de actuar
Cuando estás en una videollamada, sabes que todos te están mirando. Esto puede crear una sensación de presión social y la sensación de que necesitas actuar. Esto puede ser estresante y provocar agotamiento.
Carga cognitiva
La estructura de las videollamadas, donde está claro quién tiene turno para hablar, puede ser útil para personas con autismo que tienen dificultades para desenvolverse en situaciones sociales en persona. Sin embargo, para otros, esta estructura puede provocar una sobrecarga cognitiva. Monitorear constantemente el video, escuchar múltiples voces e intentar procesar señales no verbales puede ser mentalmente agotador.
El impacto de la fatiga del Zoom
El término «fatiga del Zoom» ha sido acuñado para describir el agotamiento mental que muchas personas experimentan después de horas de videollamadas. Esto puede manifestarse como dificultad para concentrarse, deterioro en la toma de decisiones y aumento de los niveles de estrés.
Consejos para reducir la fatiga del Zoom
Si las videoconferencias constantes te están afectando, hay algunas maneras de ajustar la experiencia:
- Limita las videollamadas solo a las que sean necesarias.
- Coloca la pantalla de video a tu lado para reducir la sensación de estar bajo escrutinio.
- Apaga tu cámara y realiza la llamada por teléfono mientras sales a caminar para una experiencia más productiva.
- Toma descansos durante el día para alejarte de la pantalla y descansar la vista.
- Usa subtítulos para reducir la carga cognitiva de escuchar y leer.
- Sé consciente de tu lenguaje corporal e intenta mantener una postura relajada.
Beneficios de las videollamadas para personas con autismo
A pesar de los inconvenientes, las videollamadas también pueden tener beneficios para las personas con autismo. La naturaleza estructurada de las videollamadas puede reducir la tensión ambigua de las situaciones sociales en persona, lo que facilita que las personas con autismo tengan conversaciones.
Conclusión
Si bien las videollamadas pueden ser una herramienta valiosa para la comunicación, es importante ser consciente de sus posibles inconvenientes y tomar medidas para mitigar la fatiga del Zoom. Al reducir la cantidad de videollamadas innecesarias, ajustar la configuración y tomar descansos, puedes hacer que las videoconferencias sean una experiencia más manejable y menos agotadora.