Café: un viaje de Oriente a Occidente
Orígenes y propagación
Los orígenes del café se remontan a Etiopía, donde probablemente se empezó a consumir alrededor del siglo X a. C. Desde Etiopía, el café se extendió a Yemen y más allá, llegando finalmente a La Meca y El Cairo a finales del siglo XV.
Con el ascenso del Imperio Otomano, las cafeterías se hicieron populares como lugares de reunión en toda la Península Arábiga. Estos establecimientos proporcionaban un espacio para que la gente socializara y se relajara, especialmente porque a los musulmanes se les prohibía consumir vino.
Perspectivas religiosas
El café ha sido objeto de debates y controversias religiosas a lo largo de los siglos. Algunas autoridades musulmanas veían las cafeterías como una amenaza para las mezquitas como lugares centrales de reunión. Sin embargo, para los fieles sufíes, el café les ayudaba a mantenerse alerta durante los servicios de oración.
En Europa, el café fue inicialmente recibido con recelo por algunos católicos, que lo calificaron como «el amargo invento de Satanás». Sin embargo, después de que el Papa Clemente VIII probara el café y lo declarara delicioso, su popularidad se disparó.
Evolución de los métodos de preparación del café
A medida que el café se extendía por el mundo, la gente desarrolló diversos métodos para prepararlo y consumirlo. En Etiopía, los granos se molían y se mezclaban con grasa animal para proporcionar energía rápida a los soldados y cazadores.
Con el tiempo, surgieron elaboradas técnicas de preparación en varias comunidades. La exposición en el Museo de Arte Islámico de Jerusalén muestra una amplia gama de equipos para preparar café de diferentes culturas, incluidos ornamentados portavasos turcos, modernas máquinas de espresso italianas y cafeteras beduinas hechas de chatarra.
Impacto social y cultural
Las cafeterías desempeñaron un papel importante en el intercambio social y cultural. Proporcionaban un lugar de encuentro para personas de todos los ámbitos de la vida, fomentando las discusiones y el intercambio de ideas.
En los siglos XVI y XVII, algunas mujeres se disfrazaban de hombres para entrar en cafeterías exclusivamente masculinas, mientras que otras protestaban por su exclusión y establecían sus propios establecimientos para mujeres. Esta tendencia dio lugar al surgimiento del café europeo, una reunión caracterizada por el café y la conversación.
La cultura del café en Palestina
La exposición destaca la convergencia de las tradiciones cafeteras árabes y europeas en Palestina. Los templarios cristianos alemanes y los judíos europeos que se establecieron en la región en el siglo XIX establecieron cafés de estilo europeo en Jerusalén.
Más tarde, las fuerzas de ocupación británicas aumentaron aún más la demanda de cafeterías. A principios del siglo XX, la plaza Sión de Jerusalén se convirtió en un centro tanto para el café turco-árabe por la mañana como para el café de estilo europeo en el Café Europa por la tarde.
Influencias artísticas y de diseño
El café ha inspirado a artistas y diseñadores a lo largo de la historia. La exposición presenta una pequeña taza del siglo XVIII con un lugar para el opio, lo que demuestra las formas imaginativas en que se ha consumido el café.
Arquitectos, diseñadores y otros profesionales han creado una amplia gama de artículos relacionados con el café, que reflejan sus propias perspectivas artísticas y profesionales.