Home ArteFotografía La foto aérea más antigua que se conserva en el mundo: Boston, hacia 1860

La foto aérea más antigua que se conserva en el mundo: Boston, hacia 1860

by Zuzana

La foto aérea más antigua que se conserva en el mundo: Boston, hacia 1860

Imagina que sobrevuelas Boston en 1860, contemplando la ciudad desde unos impresionantes 2000 pies de altura. Esta extraordinaria perspectiva fue capturada en la fotografía aérea más antigua que se conserva en el mundo, una imagen notable que ofrece una visión del pasado.

Los albores de la fotografía aérea

La invención de los globos aerostáticos y de la fotografía allanó el camino para el nacimiento de la fotografía aérea. En 1783, el primer vuelo en globo aerostático sin ataduras ascendió a los cielos, llevando a los humanos por los aires por primera vez. Décadas después, en 1826, se tomó la primera fotografía, capturando una vista desde una ventana.

No fue hasta 1858 cuando estas dos innovaciones pioneras convergieron, dando como resultado la primera fotografía aérea. Gaspard-Félix Tournachon capturó una imagen de París desde el cielo, grabando para siempre este momento en la historia. Desafortunadamente, esa imagen se ha perdido con el tiempo.

El retrato aéreo de Boston

Afortunadamente, lo más parecido a esa imagen pionera se encuentra en el prestigioso Museo Metropolitano de Arte de Nueva York. En 1860, James Wallace Black tomó una fotografía aérea de Boston desde 2000 pies, capturando un paisaje urbano que era muy diferente al que conocemos hoy.

Black, conocido por sus fotografías de Boston después del devastador incendio de 1872, comenzó su carrera en solitario con una serie de fotografías aéreas tomadas desde el globo aerostático de Samuel King, el «Queen of the Air».

Una ciudad desde una nueva perspectiva

La fotografía de Boston de Black, titulada «Boston, as the Eagle and the Wild Goose See It», reveló una ciudad vista desde una perspectiva completamente nueva. Oliver Wendell Holmes, un renombrado poeta y profesor de Harvard, describió la imagen como «un objeto muy diferente del mismo lugar que el ciudadano sólido mira hacia sus aleros y chimeneas».

Las palabras de Holmes reflejan acertadamente la naturaleza transformadora de la fotografía aérea. Permitió a las personas ver su entorno de una manera que nunca antes había sido posible, ofreciendo una vista de pájaro de lugares emblemáticos familiares y revelando detalles ocultos.

Hitos y calles

En la fotografía de Black, la Old South Church y la Trinity Church se destacan como hitos inconfundibles. Washington Street atraviesa la imagen como una estrecha grieta, mientras que Milk Street serpentea como un viejo camino de vacas, lo que refleja sus orígenes como un camino utilizado por el ganado.

Los intrincados detalles de la ciudad son asombrosamente claros, con ventanas, chimeneas y tragaluces que salpican los tejados. La imagen es un testimonio de la habilidad de Black como fotógrafo y de los notables avances tecnológicos de su tiempo.

Una ventana al pasado

Si bien Boston ya había sido fundada durante 230 años en el momento de la fotografía de Black, la ciudad aún estaba en evolución. La imagen ofrece un vistazo a una época pasada, ofreciendo una conexión tangible con el pasado.

La fotografía aérea de Black no es simplemente un documento histórico; es una obra de arte que captura la belleza y el dinamismo de una ciudad en crecimiento. Sirve como un recordatorio del poder transformador de la innovación y el legado perdurable de quienes se atrevieron a mirar el mundo desde una perspectiva diferente.

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