La «Hermanita» de la Estatua de la Libertad se embarca en un viaje a EE. UU.
Un símbolo de amistad a través del Atlántico
Una réplica de la icónica Estatua de la Libertad, conocida cariñosamente como la «Hermanita», se embarca en un viaje de Francia a Estados Unidos. Esta versión más pequeña del famoso monumento simboliza la duradera amistad entre las dos naciones.
Ellis Island da la bienvenida a la «Hermanita»
La réplica de 450 kilos y 2,8 metros de altura se instalará en Ellis Island, frente a la estatua original, durante los primeros cinco días de julio. Esta conmovedora ubicación evoca el significado histórico de Ellis Island como puerta de entrada para millones de inmigrantes que buscaban una nueva vida en Estados Unidos.
Un regalo de buena voluntad
Los funcionarios franceses esperan que los estadounidenses vean la réplica como un gesto de buena voluntad, que marque el comienzo de una nueva era de relaciones amistosas entre los dos países. La llegada de la estatua coincide con el 77 aniversario del Día D, un momento crucial en la Segunda Guerra Mundial que marcó el comienzo del fin de la ocupación nazi en Europa occidental.
Una réplica con significado histórico
Esta réplica es una de las más de 100 repartidas por todo el mundo. Fue fundido en 2009 a partir de un escaneo 3D de un modelo del prototipo de yeso original creado por el escultor Frédéric-Auguste Bartholdi. El monumento original de 46 metros de altura fue concebido por el historiador francés Édouard de Laboulaye en 1865, después del final de la Guerra Civil estadounidense. En particular, las cadenas y grilletes rotos de la estatua simbolizan la abolición de la esclavitud, no la llegada de inmigrantes como se cree comúnmente.
Un testimonio de la cooperación franco-estadounidense
La Estatua de la Libertad original fue un esfuerzo conjunto entre Francia y Estados Unidos. Los franceses construyeron y financiaron la propia estatua, mientras que los estadounidenses recaudaron los fondos para el pedestal. Esta colaboración marcó «el primer gran proyecto de financiación colectiva de Estados Unidos», destacando el poder de la acción colectiva.
El legado perdurable de la estatua
Desde su inauguración en 1886, la Estatua de la Libertad se ha convertido en un símbolo perdurable de libertad y democracia. Su carcasa de cobre, más delgada que dos monedas apiladas, es un testimonio del ingenio y la perseverancia de sus creadores.
Un viaje de amistad
El viaje de la réplica de Francia a Estados Unidos vuelve sobre los pasos del monumento original. Es un recordatorio de los lazos profundamente arraigados entre las dos naciones y un símbolo de su continua amistad y cooperación.