EE. UU. devuelve a Turquía antigüedades saqueadas valoradas en millones
Importancia histórica de los artefactos
Hace más de 50 años, unos granjeros del suroeste de Turquía hicieron un extraordinario descubrimiento arqueológico en Bubón, un antiguo yacimiento romano. La zona, que se cree que fue un santuario en honor al emperador y su familia, contenía numerosas y raras estatuas de bronce de emperadores y emperatrices romanos.
Las estatuas, entre las que se encuentra una figura de bronce sin cabeza del emperador Septimio Severo que data del año 225 d. C., se consideran artefactos de valor incalculable que proporcionan información valiosa sobre la historia y la artesanía artística romanas.
Venta ilegal y contrabando
Trágicamente, en lugar de informar del descubrimiento a las autoridades como exige la ley, los lugareños vendieron las estatuas, que posteriormente fueron sacadas de contrabando del país. El saqueo fue impulsado por intereses comerciales, ya que los aldeanos buscaban obtener beneficios económicos.
Investigaciones y repatriación
A lo largo de las décadas, la Fiscalía del Distrito de Manhattan, conocida por su dedicada Unidad de Tráfico de Antigüedades, ha desempeñado un papel fundamental en la investigación y el enjuiciamiento de casos relacionados con el comercio ilegal de antigüedades.
En los últimos años, la fiscalía ha intensificado sus esfuerzos, lo que ha llevado a la incautación de numerosos artefactos saqueados, incluidos varios del prestigioso Museo Metropolitano de Arte.
Tras exhaustivas investigaciones, la Fiscalía del Distrito de Manhattan, en colaboración con las autoridades turcas, repatrió con éxito 12 antigüedades saqueadas a Turquía el mes pasado. La colección, valorada en 33 millones de dólares, incluía la estatua sin cabeza de Septimio Severo, una escultura de una cabeza que data del año 290 d. C. y una cabeza de bronce de Caracalla, el hijo mayor de Septimio Severo.
Cooperación internacional y consecuencias legales
A la ceremonia de repatriación celebrada en la ciudad de Nueva York asistió la Cónsul General de Turquía, Reyhan Ozgur, quien destacó que la devolución de los artefactos envía un mensaje contundente: «La compra, posesión y venta ilegales de bienes culturales tendrán consecuencias».
La última repatriación forma parte de un creciente esfuerzo mundial para combatir el tráfico de antigüedades y garantizar la devolución legítima de los bienes robados a sus países de origen.
Papel de los agricultores y los catálogos
Curiosamente, algunos de los agricultores que habían participado en el saqueo hace décadas han ayudado a los investigadores a identificar las piezas robadas examinando imágenes de catálogos y sitios web de museos. Esta colaboración ha resultado ser muy valiosa para la recuperación de estos preciosos artefactos.
Preservación del patrimonio cultural
La devolución de estas antigüedades saqueadas a Turquía es una victoria significativa para la preservación del patrimonio cultural. Los artefactos no sólo tienen un valor histórico y artístico, sino que también representan la rica identidad cultural de Turquía.
Al repatriar estos tesoros robados, Estados Unidos y Turquía reafirman su compromiso de proteger y preservar el patrimonio cultural para las generaciones venideras.